Mikel Jauregi Periodista
En contra, otra vez
Por qué escribes siempre en contra de y no a favor de? Es una pregunta que me han formulado en más de una ocasión. Es verdad que me resulta más sencillo saltar a la yugular del cretino de turno que ensalzar la figura de este o aquel benefactor. Va más con mi naturaleza. Y por si el de la comodidad no resultara un argumento tan válido como cualquier otro, últimamente a servidor no le dan otra opción.
Porque lo que están haciendo con nuestras carteras y nuestros derechos no tiene nombre, y si lo tiene, es mejor no reproducirlo. No solo nos están robando, nos están chuleando. Y lo hacen rogándonos sacrificio porque hemos vivido «por encima de nuestras posibilidades» y asegurando tajantes que «no hay otra alternativa». Por supuesto, ni se nos pase por la cabeza ir a por los evasores fiscales ni a por quienes han provocado este caos; para esos, para los únicos que conocen la respuesta de la gran pregunta -¿dónde está el dinero?-, paz, gloria y un poquito de amnistía.
Porque el jefe de este Estado al que debemos pleitesía los habitantes de los pueblos del sur de los Pirineos -salvo el portugués, por suerte para los lusos- hincha el pecho, sube el tono de voz y es capaz de decir sin ruborizarse que, tras una intervención quirúrgica en la cadera como a la que él tuvo que ser sometido en abril, «cualquier otra persona estaría aún de baja. Pero yo tengo que currar». Y ahí va el cazador cazado -y a partir de ahora también currela del año- en su avioncito, junto a una cuadrilla de ministros y empresarios, hasta Moscú a «conseguir contratos». Pobre: para sacrificado, él.
Porque, tras la multitudinaria manifestación de ayer en Madrid, un político vasco del partido que gobierna en Gasteiz retuiteaba en Twitter un mensaje en el que se calificaba de «Nodo» el informativo de La1 por ofrecer solo planos cortos de la marcha, después de que su televisión hiciera lo mismo el 7 de enero con una de las mayores movilizaciones registradas jamás en Euskal Herria. Y en menos de 2 minutos.
Ni de lejos me considero un misántropo, pero temo que esta panda de majaderos, sus miserables palabras y sus crueles hechos acaben logrando que odie al conjunto de la raza humana, ponga a todo volumen «Raining blood» y emule a Leatherface. Sí, el de la motosierra en «La matanza de Texas».