El preso político de Igorre Eduardo Pérez de Anuzita mantiene la huelga de hambre que inició el martes por la noche, como protesta ante la actitud de los funcionarios de la cárcel de Picassent, en Valencia, que se negaron a darle información sobre otros dos compañeros, Sergio Polo y Manex Castro, que fueron enviados a un módulo de aislamiento tras verse involucrados en una multitudinaria pelea iniciada por un preso social que ni siquiera pertenecía al módulo de los tres vascos.

Según comunicaron a GARA sus familiares, Pérez de Anuzita y Polo se encontraban esperando la cena con sus respectivas bandejas, cuando vieron que se organizaba una trifulca cerca de donde se encontraban. Polo, que se encontraba más cerca del incidente, se acercó a separar a los implicados sin saber que su compañero Manex Castro se había visto involucrado.

Los funcionarios, «que curiosamente, aparecieron de inmediato», disolvieron la pelea y se llevaron a los dos presos vascos, ante lo cual, Pérez de Anuzita se acercó para pedirles explicaciones y preguntar por la situación de sus amigos.

Por toda respuesta, varios funcionarios lo llevaron a empujones hasta su celda, donde lo encerraron en régimen de aislamiento. En respuesta a esta actitud, el preso igorretarra se declaró en huelga de hambre.

Según ha podido saber este diario, Polo y Castro fueron trasladados a un módulo de aislamiento, en el quieren mantenerlos indefinidamente. En función de si este traslado se hace efectivo, Pérez de Anuzita, que saldrá de prisión en marzo de 2013, mantendrá o suspenderá su protesta.

Ayer se produjeron nuevas movilizaciones por los presos, con 15 personas en Antsoain, 75 Eibar, 55 Iturrama y 43 Txantrea.