Sumada a la de otros jugadores, con la marcha de Ibrahima Balde -el Kuban Krasnodar daba por hecho el fichaje en su página web, no así Osasuna al cierre de esta edición-, el club rojillo pierde casi el 65% del poder anotador que tuvo la pasada temporada. Sin embargo, nada se puede reprochar a los gestores de la entidad osasunista, ya que todas esas salidas han tenido razones más que fundadas.

De las 48 dianas oficiales -Liga y Copa- que los de Mendilibar anotaron la anterior campaña, 31 fueron conseguidas por Raúl García (11), Ibrahima (7), Nekounam (6), Lekic (6) y Sergio (1). De todos es sabido que para Osasuna era prácticamente imposible retener al de Zizur Nagusia -está siendo de los más destacados en la pretemporada colchonera, lo que puede variar su condición de transferible-, Nekounam y Lekic no quisieron ajustarse sus fichas, Sergio tampoco llegó a un acuerdo con el club, que defendía un contrato en función de partidos jugados, dadas las continuas lesiones del asturiano, y ahora ha llegado una oferta irrechazable por el delantero senegalés.

Aunque ambos clubes no han querido hacer públicas las cifras de dicho traspaso -una parte corresponderá también para el Atlético-, lo que sí es cierto es que el futbolista pasará a cobrar el triple de lo que recibía en el conjunto navarro. Unas cantidades que hacían impensable poder retener al africano, quien expuso a Osasuna sus intenciones de no desaprovechar la oportunidad que se le brindaba. Junto a ello, la entidad rojilla ha visto la oportunidad de hacer caja en una operación por un jugador que supuso coste cero -entró en el traspaso de Juanfran- en un tiempo récord y que no ha generado ningún problema en el vestuario osasunista.

Relevos

Está por ver si la venta de Ibrahima supone la llegada de un nuevo integrante a la plantilla -todo parece indicar que sí-, ya que el vestuario se quedaría con solo tres delanteros puros, como son Nino, Kike Sola y Manu Onwu. En cualquier caso, la responsabilidad anotadora tendrá que distribuirse entre otros compañeros.

Alguna de las nuevas incorporaciones ya dejó claro en anteriores ejercicios que sabe lo que es perforar la meta contraria, caso de Armenteros, quien consiguió nada menos que llegar a la veintena de goles en la temporada en la que el Rayo Vallecano ascendió a Primera.

Del mismo modo, y aunque no se les pueda presionar en el que será su debut desde el inicio en la máxima categoría, Roberto Torres y el citado Manu Onwu también han demostrado su pericia con el filial a la hora de encarar la portería rival. La reciente historia rojilla demuestra que siempre han aparecido relevos de garantías a la marcha de goleadores contrastados.