Hay imágenes que valen más que mil palabras. La que acompaña a esta crónica muestra a un Fernando Alonso (Ferrari) bañado en champán por Sebastian Vettel (Red Bull), segundo, y Jenson Button (McLaren), tercero, al término del Gran Premio de Alemania disputado en el antiguo circuito de Hockenheim.

Se trata de la tercera victoria del asturiano en la presente temporada -se ha subido seis veces al podio en lo que llevamos de 2012-, lo que le sirve para seguir aumentando la diferencia respecto al segundo clasificado del Mundial de pilotos, el australiano Mark Webber (Red Bull), que ayer solo pudo ser octavo, precisamente el mismo puesto del que partió.

El piloto de la escudería italiana demostró una vez más su superioridad. Ya lo hizo el sábado, en una clasificación marcada por la intensa lluvia. Pero tenía que certificarlo en el lugar más importante: la carrera.

Esta vez no hubo diluvio que ayudase a su Ferrari, aunque nada más apagarse el semáforo Fernando Alonso realizó una de sus mejores salidas, sin fisuras, y se puso a liderar la prueba seguido de Vettel y Schumacher, quienes protagonizaron una bonita pugna por el segundo puesto. Ambos corrían en casa, y no querían defraudar a sus incondicionales. Fue el más joven quien se llevó el gato al agua.

Por detrás, Kimi Raikkonen (Lotus) y Di Resta (Force India) tenían ganas de combatir, y fue el finlandés quien logró vencer en una espectacular pugna.

La extravagancia de Hamilton

La carrera seguía su transcurso hasta que los hombres importantes realizaron las primeras paradas en boxes en las vueltas 19, 20 y 21. Tras el retorno a pista, Alonso seguía liderando la prueba, por delante de Kamui Kobayashi y Sebastian Vettel, quien no tuvo demasiados problemas para superar al piloto japonés de la escudería Sauber.

Ya en la 36, instante en el que Vettel se acercaba a Alonso de manera fulminante, se produjo uno de los momentos más extraños que se pueden ver en una carrera de F1. El protagonista de dicho acontecimiento no fue otro que Lewis Hamilton, quien había sido doblado tras un pinchazo en la vuelta 3.

El inglés, que en ese momento llevaba el mejor ritmo de la carrera, adelantó a un Vettel sorprendido e irritado a la vez, e intentó lo mismo con Alonso. Sin embargo, el asturiano pudo entrar a boxes antes de sufrir el azote del piloto británico.

El germano de Red Bull perdió algo de tiempo respecto al asturiano, e incluso tuvo algún problema con su KERS. Todo ello benefició a Button, quien se colocó segundo tras una nueva parada en la calle de talleres para otro cambio de gomas.

A falta de pocas vueltas para el final, el alemán adelantó al inglés por fuera de la pista en la última curva del circuito, lo que le dio la segunda posición hasta que la FIA lo sancionó con 20 segundos por «adelantamiento antirreglamentario».