GARA > Idatzia > Mundua

«Breivik quería cambiar Noruega y el pueblo abrazó nuestros valores»

Noruega recordó ayer a las 77 víctimas de los atentados comentidos hace un año por Anders Behring Breivik en Oslo y la isla de Utøya en una jornada en la que se remarcó el fracaso del ultraderechista en su intento por obligar al país a cambiar y prevalecieron los elogios al modelo de sociedad noruego y a la respuesta dada por la ciudadanía ante la mayor tragedia vivida en el país desde la ocupación nazi. «Llevamos una pesada carga, pero seguimos en pie», señalaron.

p015_f01_172x112.jpg

GARA | OSLO

«El objetivo de la bomba (de Oslo) y las balas (de Utøya) era cambiar Noruega. El pueblo noruego respondió abrazando nuestros valores. El asesino fracasó, el pueblo ganó», afirmó ayer el primer ministro noruego, Jens Stoltenberg, en su discurso en el complejo gubernamental de Oslo, donde comenzaron los actos para conmemorar el primer aniversario de los atentados en los que murieron 77 personas. Stoltenberg se refirió así a los valores de una sociedad abierta, tolerante y democrática, una idea defendida desde el principio.

El ultraderechista Anders Behring Breivik, culpable confeso, alegó que esos ataques eran necesarios para defender a Noruega de la «invasión musulmana», de la que responsabilizó al Partido Laborista por su política de inmigración favorable a la multiculturalidad. «Invoco el principio de necesidad (que permite matar en circunstancias excepcionales), ya que he luchado por mi pueblo, mi cultura y mi país», señaló durante el juicio. Dirigiéndose a los cinco magistrados aseguró que «la Historia demostrará que han juzgado a un hombre que intentaba detener el Mal».

Las autoridades noruegas y los jóvenes laboristas homenajearon ayer a las víctimas en Høyblokka (sede del poder político en Oslo), donde Breivik hizo estallar una bomba de una tonelada que mató a 8 personas, y en la isla de Utøya, a donde se desplazó para cometer una matanza -69 fallecidos- en el campamento de las Juventudes Laboristas (AUF).

«Seguimos de pie»

«Llevamos una pesada carga, pero seguimos de pie», declaró el líder de las AUF, Eskil Pedersen, ante unos mil jóvenes, entre los que había supervivientes de la matanza. «Se llevó algunas de nuestras más bonitas rosas, pero no pudo detener la primavera», dijo durante la ceremonia, en la que se depositaron piedras con los nombres de los fallecidos.

El acto central transcurrió en Utøya, que antes y después de su celebración estuvo cerrada al público para que la isla pudiera ser recorrida en privado por familiares y amigos de las víctimas y por los supervivientes.

Sonrisas, aplausos y lágrimas se mezclaron con la música y las palabras en un acto al que también estuvo invitada la primera ministra de Dinamarca, Helle Thorning-Schmidt, quien pidió a los jóvenes laboristas que «no dejen de soñar».

Particularmente emotiva fue la actuación de Renate Tarnes, quien justo un año antes había tocado sobre el mismo escenario, horas antes de que Breivik llegara a la isla y matara en su presencia a su novio, aunque ella pudo salvarse escondiéndose en un baño, desde donde hizo una agónica llamada a la Policía.

El primer ministro laborista y el rey de Noruega inauguraron por la mañana los actos de homenaje con una ofrenda floral cerca del lugar donde se produjo la explosión, en la capital.

El barrio de los ministerios se abrió completamente a la circulación la semana pasada, tras la limpieza de más de 4.300 toneladas de escombros.

«En las horas y los días que siguieron al 22 de julio, fuimos una nación, unidos primero en la conmoción y la desesperación y después en la defensa inquebrantable de la humanidad y la diversidad», subrayó Stoltenberg. «Un año después, nos reunimos, conscientes de que cuando debemos, podemos», dijo, felicitando a sus compatriotas por haber resistido a la tentación de encerrarse en sí mismos.

Por la mañana, se celebraron sendas ceremonias en la catedral de Oslo, presidida por los reyes de Noruega y por el primer ministro y parte de su Gabinete, y otra en la la iglesia Hole, municipio al que pertenece Utøya, presidida por los príncipes herederos y algunos ministros.

Los exteriores de la catedral de Oslo y la costa de Utvika, frente a la isla de Utøya, volvieron a llevarse de rosas depositadas en recuerdo de las víctimas.

veredicto

Está previsto que el próximo 24 de agosto el tribunal que ha juzgado al ultraderechista Anders Breivik, de 33 años, emita su veredicto: una atención siquiátrica indefinida, si se atiende la petición de la Fiscalía de declararle desequilibrado mental, o una pena de cárcel de 21 años prorrogable indefinidamente , si se le declara mentalmente sano, tal y como él mismo defiende.

Imprimatu 
Gehitu artikuloa: Delicious Zabaldu
Igo