El presidente francés, François Hollande, reconoció ayer la responsabilidad de su país en la persecución de los judíos en la Segunda Guerra Mundial, durante el acto de homenaje a los 13.152 judíos deportados hacia los campos de exterminios de la Alemania nazi tras la redada de Vel' d'Hiv' de París, hace 70 años.

Con motivo de la conmemoración de la redada, en el mismo lugar donde se situaba el Velódromo de Invierno donde se retuvo a los judíos, demolido en 1959, Hollande admitió, 17 años después de Jacques Chirac, la «responsabilidad de Francia en este crimen». El actual mandatario recordó la «lucidez» y «valentía» del derechista Chirac, que en 1995 se convirtió en el primer presidente francés en reconocer la responsabilidad de la Francia colaboracionista en las deportaciones.

«Les debemos a los mártires judíos del Velódrome d'Hiver la verdad de lo sucedido hace 70 años, y la verdad es que este crimen fue cometido en Francia, por parte de Francia», afirmó. Hollande recordó que fueron la Policía y Gendarmería francesas las que se encargaron de la deportación sin que hubiera que movilizar «ni a un soldado alemán».

El guiño a Chirac significó también el desmarque de la tesis de su mentor político y primer candidato del PS que llegó a El Elíseo, François Mitterrand (1981-1995), quien, al igual que lo hiciera el general Charles de Gaulle (1958-1969), negó siempre la responsabilidad del Estado francés pues entendía que, durante la ocupación alemana, la única Francia legítima era la Francia libre representada por De Gaulle en el exilio y la que se enfrentaba al nazismo.

No obstante, precisó ayer que las deportaciones de judíos y gitanos ordenadas por el Gobierno colaboracionista de Vichy fueron también un crimen cometido «contra Francia, contra sus valores, contra su ideal».