Gallardón avanza que la malformación del feto ya no será un supuesto para abortar
GARA | MADRID
El ministro español de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, que prepara una reforma de la ley del aborto para el próximo otoño, ha avanzado que la malformación del feto no será uno de los supuestos contemplados para abortar al considerar que se trata de una propuesta «éticamente inconcebible».
En una entrevista en el diario «La Razón», Ruiz-Gallardón confirmó que el objetivo de su Ministerio es que la legislación respecto a la interrupción del embarazo vuelva a «un sistema de supuestos» anterior a la actual ley de plazos -sistema mayoritario en Europa-, aprobada por el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, aunque con algunos cambios, porque, a su juicio, «la experiencia nos demuestra que algunos de esos aspectos deben de ser revisados».
Unas modificaciones muy importantes, si se confirma lo que adelanta el ministro al cuestionar que la malformación del feto (aborto eugenésico) pueda entrar entre los supuestos a contemplar. Precisamente, este era uno de los tres casos, minoritario, en los que la legislación de 1985 permitía abortar, hasta la semana 22, sin que se considerara delito.
Para justificar el cambio, Ruiz-Gallardón apeló a la «ética» al señalar que el caso de «desprotección al concebido» por el hecho de que tenga algún tipo de minusvalía o malformación es un supuesto «éticamente inconcebible con el que se ha estado conviviendo durante tanto tiempo».
«Creo que el mismo nivel de protección que se da a un concebido sin ningún tipo de minusvalía o malformación debe darse a aquel del que se constate que carece de algunas de las capacidades que tienen el resto de los concebidos», señaló.
De eliminarse este supuesto, la reforma que plantea Gallardón sería mucho más restrictiva que la ley de 1985, en la que además dos médicos debían confirmar el diagnóstico de malformaciones fetales. Y muchísimo más dura que la actual Ley de Salud Sexual y Reproductiva. La actual regulación de la interrupción del embarazo establece el aborto libre hasta la semana 14 y hasta la 22 en caso de riesgo de la vida o la salud de la mujer o graves anomalías en el feto, y sitúa en 16 años la mayoría de edad para adoptar la decisión.
Las asociaciones provida y las organizaciones ultraconservadoras españolas aplaudieron la intención de Ruiz-Gallardón, que para el PSOE es «una amenaza a la penalización total» del aborto que «que nos retrotrae a la clandestinidad y la inseguridad sanitaria y jurídica» de los años 70 y para las asociaciones de mujeres, una «tragedia». Gaspar Llamazares, de IU, acusó al ministro de ser el ariete del fundamentalismo religioso.