El destituido presidente de Paraguay, Fernando Lugo, indicó ayer en un mensaje dirigido al país que seguirá resistiendo al «golpe de Estado» que atribuyó a la «oligarquía económica y política de su país» al cumplirse un mes de su destitución mediante un «juicio político». «No vamos a retroceder en este momento en nuestra lucha pacífica para que vuelva la democracia en nuestro país y se anule la parodia del juicio político del 21 y 22 de junio pasado», aseveró.

El Legislativo utilizó la muerte de 17 policías y campesinos en un tiroteo durante un desalojo de «sin tierras» en Curuguaty como pretexto para destituir a Lugo. Ayer, insistió en que aquel hecho «fue vilmente manipulado para justificar la maniobra antidemocrática de los parlamentarios golpistas» y que el Gobierno de Federico Franco «sospechosamente ha dado muestras de que no tiene ningún interés» en aclarar lo ocurrido.

Lugo incidió en que «optamos conscientemente por no alimentar la espiral de la violencia y la muerte. Pero eso nunca significó abdicar nuestra lucha por la democracia (...). No confundan nuestro pacifismo con tolerancia a las violaciones a la democracia».

Lugo compareció en el Frente Guasú Róga, la nueva sede de la coalición que lo llevó al poder en las elecciones del 20 de abril de 2008 y puso fin a 61 años de Gobierno del Partido Colorado. Mencionó que se encuentran reunidos allí con dirigentes de los 17 departamentos para analizar la situación y para articular la «resistencia hasta conquistar la verdadera democracia».

«Hicieron un golpe contra el pueblo y su soberanía, sus intereses y derechos históricos (...), para entregar el país a los intereses tacaños de multinacionales y enclaves, y para defender los intereses clientelistas» de una clase política obsoleta, dijo.