Tres personas, una de ellas una menor, fallecieron en el Alt Empordà catalán como consecuencia de dos incendios que arrasaban sin control la comarca gerundense y que ya han calcinado más de 7.000 hectáreas.

El conseller de Interior, Felip Puig, informó de que, en un incendio declarado ayer tarde en Portbou, varias personas abandonaron sus coches cuando circulaban por la carretera N-260, al verse rodeadas por el fuego, e intentaron escapar de las llamas desplazándose por un acantilado y llegando, en algunos casos, a lanzarse al mar.

Ese fue el caso de dos personas que fallecieron tras precipitarse al agua, un ciudadano francés de 60 años y una menor de 15 que perecieron ahogadas, mientras que otras dos personas resultaron heridas de gravedad.

Por otro lado, a causa del incendio originado al mediodía en La Jonquera, otra persona, de 75 años de edad, falleció en Llers debido a un ataque al corazón al verse rodeado por las llamas en el jardín de su casa.

Además de estas tres víctimas mortales, una persona con DNI francés se encuentra hospitalizada en estado muy grave con quemaduras en el 80% de su cuerpo, y se teme por su vida, mientras que otras tres personas han sufrido heridas leves.

El conseller Puig recomendó a todos los vecinos del Alt Empordà que se confinen en sus viviendas con las ventanas cerradas, y aconsejó mojarlas en caso de que las llamas se acerquen.

El fuerte viento impidió trabajar a los medios aéreos y 80 dotaciones terrestres, integradas por 320 bomberos y cien efectivos de protección civil y agentes rurales, luchaban por controlar el fuego, que obligó a cortar la circulación en ambos sentidos en la autopista AP-7 y varias carreteras, y a interrumpir la circulación ferroviaria entre Girona y Portbou.