Ha arribado a Donostia la duquesa de Alba, esa señora cuya imagen achacosa es proporcional a su fortuna. Y coincidiendo con la llegada para pasar unos días en uno de sus palacetes, en la prensa adicta, esa que le ríe todas las gracias, hicieron un alarde de peloteo. Aunque ningún diario se esmeró tanto como «El Mundo», cuya información haría las delicias de las y los amantes del chismorreo. El diario de Pedro J., tras señalar en la entradilla que «una animada duquesa de Alba es aclamada en la Concha», empezaba la crónica de esta guisa: «No era ni Richard Gere ni Susan Sarandon. ¡Ni falta que hacía! Quien salía del coche ante una gran expectación mediática y de público era la duquesa de Alba, que también fue recibida al grito de `guapa' en una estampa propia del Zinemaldia». Solo faltaba la alfombra roja. Lo que parece es que nos están contanto una película.

Porque el jabón era incesante. Así, explicaba que la Gran de España llegó «como una estrella» acompañada de su marido -el amor se respiraba en el ambiente- a un programa de radio para recoger un premio «junto a la playa de la Concha, su `lugar preferido' de la ciudad». Pues una hubiera apostado porque su lugar favorito era Ikatz y la Parte Vieja...

En cualquier caso, el éxtasis llegó cuando entró en el plató de le emisora -pueden adivinar cuál-, donde «cada intervención de Cayetana de Alba era correspondida con fuertes aplausos». No solo eso, sino que «incluso, se atrevió a cantar en euskara la «Marcha de San Ignacio», recordando su juventud. Quizás la duquesa dejó la `vergüenza' y se lanzó a entonar las estrofas animada por esos txipirones que representan su `delibilidad'». Servidora tiene que reconocer que vio por televisión las imágenes de la millonaria anciana «cantando»; una experiencia de esas que no se olvidan en la vida.

Para acabar, «El Mundo» apuntaba que «la duquesa fue agasajada con numerosos obsequios por representantes de la sociedad donostiarra, entre ellos, una camiseta de la Real. En su posterior paseo por La Concha, Cayetana saludó desde la barandilla a los bañistas, que no dudaron en aclamarla». Parece que la derechona ya ha encontrado candidata a la alcaldía de Donostia.