Después de desgranar las líneas de actuación de los departamentos de Justicia Social, Economía y Hacienda y de Industria e Innovación, ayer fue el turno de desvelar cuáles serán las prioridades de Euskal Herria Bildu en el Departamento de Normalización Lingüística. Dio cuenta de ello en Donostia la candidata a lehendakari, Laura Mintegi, acompañada de Iratxe Ibarra, quien dirigiría dicha cartera en caso de que la coalición llegue a Ajuria Enea.

Para entender el porqué de la estrategia que EH Bildu plantea desarrollar resulta importante diagnosticar la situación actual y real del euskara. Mintegi empezó por ese punto, destacando que nuestro idioma no goza de buen salud, por mucho que los últimos estudios hayan determinado que ha crecido el número de personas que conocen el euskara. Hizo hincapié en que el uso no ha aumentado en la misma proporción.

Partiendo de la opinión de que «no avanzar es retroceder», la candidata a lehendakari abogó por poner en marcha mecanismos políticos, jurídicos y sociolingüísticos, tres espacios en los que no ha alcanzado la normalización absoluta. «Políticamente no se ha hecho una apuesta seria, legalmente no está protegido y en el día a día no está garantizado», declaró.

Estrategias para los objetivos

Las medidas que anunció Ibarra tienen en el horizonte dos claros objetivos. El primero, lograr una política lingüística sin injerencias que permita salvar los obstáculos y las prohibiciones que hoy están en vigor. El segundo objetivo, dotar a nuestra lengua del suficiente estatus jurídico, de manera que sea un idioma oficial en toda Euskal Herria. «Es el idioma preferente, el que hay que conocer», dijo.

Marcadas las premisas, Ibarra aclaró cuáles son las estrategias. En primer lugar cree necesario normalizar la comunidad vascoparlante, siempre teniendo en cuenta que las bases son el idioma propio, la normalización y la oficialidad, entre otros.

EH Bildu diseñará un nuevo Plan Estratégico para la Normalización del Euskara, una tarea para la que quieren contar con la colaboración de agentes sociales e instituciones públicas.

En opinión de Ibarra, el aspecto jurídico y legal también requiere un cambio para así poder garantizar todos y cada uno de los derechos lingüísticos de la ciudadanía.

El empujón, no obstante, ha de ser bidireccional. Según Mintegi, hay que empujar «de abajo hacia arriba y de arriba hacia abajo, porque no es suficiente hacerlo solo a base de decretos o de militancia. La clave está en aunar las dos corrientes», dijo.

Por último, la coalición anunció que ha adoptado compromisos. Todos los parlamentarios serán euskaldunes, al igual que los consejeros, en caso de formar gobierno. Además, cuando los actos públicos sean locales o comarcales se actuará en base a la cantidad de euskaldunes de la comarca.