La tormenta del jueves en el Ayuntamiento de Donostia dejó paso ayer a la calma, al menos aparente. Hace dos días, PSE y PP abandonaron el pleno municipal después de que el edil del PSE Denis Itxaso asegurase haber leído la expresión «por algo será» en los labios de la delegada de Cultura, Nerea Txapartegi, cuando Ernesto Gasco -compañero de Itxaso- denunciaba las amenazas recibidas en el pasado.

Ya el mismo jueves Txapartegi negó haber pronunciado esas palabras. Ayer el alcalde insistió en que Itxaso faltaba a la verdad y subrayó que en el pleno «hay treinta micrófonos y tres cámaras de televisión» y que ninguno captó las supuestas palabras de Txapartegi. En un comunicado muy duro, Juan Karlos Izagirre reclamó a Itxaso que retirase sus acusaciones y convocó una junta de portavoces extraordinaria para reconducir la situación.

En esa reunión, según informaron a GARA fuentes del Gobierno municipal, la responsable de Cultura reiteró que no dijo nada y que nunca diría algo así porque no lo comparte. Por ello, denunció el acoso y la indefensión sufrida y afirmó que o se reconducía la situación o tomaría cartas en el asunto.

Posteriormente, el PSE remitió una nota en la que daba «por zanjado» el tema. «Doy por bueno que la delegada haya señalado que no piensa eso», manifestó Denis Itxaso.

No obstante, el portavoz del PSE, Ernesto Gasco, reclamó que no sea el alcalde quien dirija los plenos, ya que «sus decisiones y comentarios siempre son favorables a su grupo político».