LAB exigió ayer al Ejecutivo de Patxi López que fije una regulación de los establecimientos comerciales que vaya en sentido contrario a la liberalización y las rebajas durante todo el año aprobada por el Gobierno español del PP. Xabier Ugartemendia, secretario de la Federación de Servicios Privados de LAB, pidió al Gobierno de Gasteiz que impida la apertura de establecimientos en domingos y festivos y rechace liberalizar los horarios porque «nos llevará al cierre de los pequeños y medianos comercios y a la pérdida de muchos empleos en este sector».

Ugartemendia aseguró que esas medidas del Gobierno del PP benefician de forma única a las grandes superficies comerciales, que son precisamente las que tienen los convenios a nivel estatal con lo que «los salarios son bajos y la precariedad aumenta».

LAB mantendrá el pulso frente a las grandes cadenas comerciales para que mejoren las condiciones laborales y salariales en el sector. «Mantendremos las movilizaciones. Ya hemos realizado varias ante Ikea, pero continuaremos en setiembre cuando también tenemos la huelga general convocada para el 26 de setiembre».

El representante de LAB, que estuvo acompañado por responsables sectoriales de la central sindical en los tres herrialdes de la CAV, también se refirió a la «desfachatez» de la patronal del Comercio de Bizkaia (Cecobi), «porque denuncia y critica la liberalización de los horarios comerciales», pero a renglón seguido «llama a aplicar la reforma laboral. Es un error actuar de esa manera».

Ugartemendia añadió que «se trata de no precarizar el empleo, sea de una gran superficie o un comercio. La reforma laboral y la liberalización de los horarios comerciales abren la ley de la selva, con lo que el grande se comerá al pequeño». El representante sindical se dirigió a las instituciones vascas para que «legislen a favor de los pequeños y medianos comercios» y, por lo tanto, que «se regule la no apertura cuando uno quiera de los comercios».

Xabier Ugartemendia destacó que la reforma laboral en el sector del comercio introduce «un fuerte desequilibrio» que «se debe eliminar». Para ello, reclamó convenios propios, mantener la ultraactividad de los mismos y que los convenios provinciales sean «los textos de mínimos».