El proyecto de tratamiento de residuos domésticos para Ipar Euskal Herria elaborado por Bil ta Garbi prevé crear dos centros, uno en Baiona (Canopia) y otro en la localidad zuberotarra de Sarrikotapea (Mendixka). La construcción de la primera fase de este último comenzó finalmente ayer después de que los trabajadores, escoltados por unos cincuenta gendarmes, accedieran al terreno con dos camiones equipados de sendas palas mecánicas.

Hacia las 6.20 de la mañana, unos veinte manifestantes según el presidente de Terre Verte (diez según Bil ta Garbi) que se encontraban a la entrada de las obras de Mendixka se enfrentaron verbalmente con los gendarmes.

Tras varios momentos de tensión en los que los miembros de la asociación Terre Verte opusieron resistencia, los camiones accedieron al lugar de las obras y comenzaron el trabajo de preparación del solar. A pesar de ello, unos treinta opositores al proyecto continuaron con la protesta a las puertas de las obras, cuyo acceso estaba protegido por unos quince gendarmes.

La intención de los manifestantes era mantener su bloqueo hasta el próximo 9 de agosto, fecha en la que el Tribunal Administrativo dirimirá el recurso de urgencia interpuesto por la asociación contra el permiso de construcción.

Bil ta Garbi ya ha ganado anteriormente en los tribunales por el caso de Mendixka. El pasado viernes el tribunal de Pau determinó que «el bloqueo al acceso al terreno era ilegal», condenando a tres personas y a Terre Verte a pagar 500 euros al día si continuaban participando en el bloqueo.

Buen criterio

El director de Bil ta Garbi, Dominique Carrère, mostró su satisfacción por el comienzo de las obras y el comportamiento de los manifestantes: «Han liberado el paso, lo que me satisface ya que habíamos hablado con el alcalde y el presidente de la asociación para que tuviesen una actitud responsable. Han demostrado tener buen c riterio».

El presidente de la asociación Terre Verte, Jean-Bernard Serbielle, tuvo palabras muy duras contra el presidente de Bil ta Garbi y consejero general de Hiriburu: «Para Alain Iriart la concertación es igual a represión. Quiero recordarle que hace seis años dijo que no iría en contra de la población».