ZERUA eta INFERNUA
«Para un vasco, la mejor cocina es la suya, pero el mundo está lleno de sabores»
Cocinero
Aduriz (Donostia, 1971) comenzó a dar sus primeros pasos en el mundo culinario en una pizzería y ha terminado dirigiendo el restaurante Mugaritz de Errenteria -con dos estrellas Michelín-. En su libro «El gourmet extraterrestre», Gemuk nos muestra un recorrido por la cocina más exquisita del mundo.
Nagore BELASTEGI | DONOSTIA
Andoni Luis Aduriz nos atiende en medio de un pequeño descanso que se ha tomado para ir a ver dos óperas al Festival de Bayreuth. En verano le toca siempre trabajar, pero es «casi imposible» conseguir una entrada y su amigo las consiguió.
Gemuk, el extraterrestre, viaja por el mundo en busca de recetas ¿usted también se inspira en los viajes para cocinar?
Es inevitable. Si eres una persona porosa ante la vida, todo aquello que descubras, disfrutes y te emocione, formará parte de ti, aunque no lo desees. Las cocinas del mundo contienen también la cosmovisión de las diferentes culturas y, por supuesto, grandes dosis de creatividad que han utilizado para hacer mejor las cosas.
¿Qué lugar en el mundo tiene la mejor cocina?
Para un vasco, la mejor cocina del planeta es la suya, pero hay que entender que los mexicanos, los italianos o los chinos sienten lo mismo con respecto a su cocina. Sí te diré que según mi criterio, Japón ha sido capaz de impulsar hasta cotas de sutileza inimaginables su gastronomía. México tiene una cocina compleja, exquisita y llena de gracia. Perú posee elaboraciones que combinan diferentes estilos de cocinar junto a una diversidad de productos enorme. Lo que he llegado a ver en mercados como el de ver-o-peso en Belém de Para, es difícil de explicar. La cocina del medio oriente Mediterráneo es también deliciosa, y China posee productos difíciles de ver en otros lugares. El mundo esta lleno de sabores y olores.
¿Qué sitio le gusta más para pasar unas vacaciones?
Chile es un lugar idílico, realmente para descubrir. Tengo intención de volver en mis próximas vacaciones de enero. Atacama asombra, igual que la Patagonia austral, el archipiélago de Chiloé o la isla de Pascua. En Santiago hay un restaurante que yo no perdería de vista; Boragó, cocina creativa con una gran proyección. Es un país con buenos productos, vinos sorprendentes y naturaleza desbordante ¿Qué más se puede pedir?
¿Hay algún lugar que no le haya gustado demasiado?
A lo largo de mi vida, calculo que he tenido la fortuna de pisar más de cincuenta países distintos. Si eres una persona curiosa y abierta, todos los destinos te parecen maravillosos. Por ejemplo, cuando visité Canaima, me comieron los mosquitos y la cocina no fue buena pero sobrevolar los tepuis con su vegetación única y bañarme en aquellas aguas que tenían el color del té, fue una de las experiencias más conmovedoras de mi vida.
¿Qué suele llevar a sus viajes?
Un pequeño botiquín. Nuestro sistema inmunológico no suele estar preparado para defenderse de microorganismos que no conoce y, de vez en cuando, es imposible escaparse de una gastroenteritis. Me ha pasado en Cuzco, Xi'án, San José de Costa Rica... en muchos lugares.