El mes de julio fue el más sangriento de los dos últimos años en Irak con al menos 325 muertos y 697 heridos en ataques en todo el país. «Detrás de esta escalada de violencia se esconden razones políticas, estratégicas y de seguridad, estas últimas ligadas al conflicto sirio», consideró el experto iraquí Ali al-Haidari.

Según el balance realizado por la agencia AFP basándose en fuentes médicas y de seguridad, de los 31 días de julio, en 27 hubo atentados. Los más graves ocurrieron el día 23 cuando una cadena de 29 ataques perpetrados en 19 ciudades provocaron 113 muertos.

En un mensaje difundido en internet el 25 de abril, el Estado Islámico de Irak, vinculado a Al Qaeda, amenazó con ataques a las fuerzas de seguridad y a la comunidad chií durante el ramadán.