La historia de Las Encartaciones ha estado siempre ligada al hierro. Los restos de las antiguas ferrerías son muestra de ello. El Museo de Las Encartaciones, antigua Casa de Juntas de Abellaneda, es uno de los edificios más emblemáticos de la región vizcaina.

Construida para ser Casa de Juntas, durante siglos fue centro del gobierno político encartado. En 1931 se convirtió en museo y en 1989 lo remodelaron, dándole el aspecto que tiene hoy en día.

El Museo de Las Encartaciones organiza una excursión anual que va desde Pobeña (Muskiz) hasta Sopuerta. Un recorrido de 29 kilómetros que recorre la cuenca del río Barbadun o Mayor. En esta ruta se pueden ver los restos de las antiguas ferrerías de Olla, Mercadillo, Llantada y El Pobal. Este último se inauguró como museo, tras una remodelación integral en 2004. El Pobal ofrece una exhibición de los elementos más significativos en el proceso de una ferrería. También encontramos por el camino algunos molinos y torres, pero principalmente ferrerías.

Aunque dura entre cinco y seis horas, no es una ruta montañera. Cada cierto punto están señalizados los lugares de interés, donde hay cartelones con información de cada ferrería, cuando estuvo en funcionamiento o su historia, por ejemplo.

Entre Artzentales y Muskiz se encuentra la vía verde más extensa de Bizkaia. Otra atractiva opción que recorre más de 40 kilómetros entre las dos localidades encartadas. Desde el mes pasado es posible ir tras las huellas del antiguo ferrocarril minero.

Las estaciones de ferrocarril de Traslaviña y La Aceña -Artzentales y Galdames- son las preparadas para dar a conocer la ruta a través de los llamados Montes de Hierro. En esas estaciones los visitantes encontrarán información sobre los destinos turísticos de la zona, asistencia técnica para las averías que se puedan presentar en las bicicletas, venta de alimentos o préstamo de dispositivos GPS para adentrarse en las rutas de senderismo.

Pasado minero

El pasado domingo, 29 de julio, cientos de pobeñeses se caracterizaron para representar la vida tradicional y el acarreo del mineral tal y como se llevó a cabo hasta finales del siglo XIX.

Por cuarto año consecutivo, los pobeñeses retrocedieron en el tiempo para escenificar el acarreo de mineral de hierro llevado a cabo durante más de cinco siglos en la Zona Minera de las Encartaciones.

La iniciativa recreó la extracción de mineral y su acarreo en una carreta de bueyes hasta el puerto a los pies de la ermita del Socorro, donde lo cargaron a la embarcación «Cantu Santa Ana» para llevarlo a su destino, las ferrerías del Golfo de Bizkaia. Pobeña quiso así rescatar su memoria.