El japonés Kohei Uchimura se proclamó campeón olímpico del concurso individual de gimnasia artística, su primer medalla de oro olímpica que llega dos días después de haber ganado la de plata en la competición por equipos. El virtuoso gimnasta nipón se impuso por delante del alemán Marcelo Nguyen y del estadounidense Danell Leyva.

Desde los Juegos de Beijing, donde se tuvo que conformar con la plata tanto en el concurso individual como en el de equipos -el dominio de China fue total allí-, este japonés de 23 años ha dominado todo el ciclo olímpico, ganando los tres títulos puestos en juego en los Campeonatos del Mundo, además de otras seis medallas en distintas disciplinas, entre las que destaca su oro en el ejercicio de suelo en 2011.

Precisamente en Londres, donde comenzó su ciclo dorado en 2009, Uchimura dio una lección magistral de virtuosismo y saber estar -como bien demuestran los 92,690 puntos acumulados en la clasificación final-, demostrando que hoy por hoy no tiene rivales de su nivel.

Ya desde su paso por el ejercicio de salto, en el ecuador de la competición, el gimnasta japonés cortaba de raíz toda emoción clavando a la perfección un salto de gran dificultad. Acomodado ya en la primera posición de la tabla, a partir de ese momento solo le quedaba cumplir en sus tres aparatos preferidos, las barras paralelas, la barra fija y el ejercicio de suelo.

Uchimura llegó a la última rotación con un confortable margen de un punto y medio respecto al segundo clasificado, y el japonés terminó su actuación con un elegante festival aéreo. Tras sus dos medallas de la semana, Uchimura todavía podría aspirar a una tercera y última medalla en suelo, aparato en el que ostenta el título mundial.

Como en los tres últimos Mundiales, al resto de gimnastas les tocó luchar por las otras dos plazas del podio. Marcel Nguyen, que afrontaba la final como principal aspirante, sacó provecho de sus buenas actuaciones en anillas y paralelas para convertirse en el primer alemán que sube al podio en un concurso general desde los Juegos de Berlín 1936. Danell Leyva, el mejor en las calificaciones, se rehizo en las rotaciones de barra para poder subirse al podio.