El primer ministro de Quebec, el líder del Partido Liberal, Jean Charest, disolvió ayer la Asamblea Nacional y convocó elecciones anticipadas el 4 de setiembre con la esperanza de lograr su cuarta victoria consecutiva, aunque los comicios podrían provocar la convocatoria de una nueva consulta independentista si se confirma la victoria del soberanista Partido Quebequés (PQ), como apuntan las encuestas.

Charest se enfrenta a un profundo desgaste provocado por acusaciones de corrupción en el seno de su Gobierno, investigadas oficialmente, y las manifestaciones estudiantiles contra el aumento de las tasas universitarias y que se han transformado en un amplio movimiento de protesta ciudadana.

Un sondeo difundido ayer señala que el PQ de Pauline Marois, quien está siendo ambigua respecto a la eventual convocatoria de un nuevo referéndum, tiene el apoyo de un 33% de la población mientras que el Partido Liberal de Charest suma un 31%. En tercer lugar se sitúa un nuevo partido, Coalition Avenir Québec (CAQ), con el 21%.

Los quebequeses han sido convocados dos veces para expresar su deseo de renegociar su relación con Canadá, la primera vez en 1980. La última vez, en octubre de 1995, cuando un 50,58% de los votantes votó «no».

La ajustada victoria de los federalistas en 1995 solo se produjo después de una intensa campaña de Ottawa en las horas previas a la apertura de los colegios electorales y después de que durante semanas las encuestas señalasen que los partidarios de la independencia ganarían.

Tras la consulta, el PQ modificó su política y dijo que no convocaría un nuevo referendo hasta que se diesen «condiciones ganadoras».

En este sentido, Marois dijo ayer que el PQ tendrá que trabajar para convencer a la población de Quebec de que sus intereses serán defendidos de una mejor forma localmente y no desde Ottawa.