Maite SOROA | msoroa@gara.net
Les causa urticaria
Para sus convecinas y convecinos de Marinaleda y para muchísima gente de Andalucía (también de Euskal Herria), Juan Manuel Sánchez Gordillo es ejemplo de dignidad y coherencia. Son muchos años los que contemplan su lucha. Y, claro, hay también quien no le perdona su arrojo en favor de los más desfavorecidos. Por eso, la «expropiación alimentaria» protagonizada por miembros del Sindicato Andaluz de Trabajadores (SAT) ha servido de excusa para cargar contra este militante de izquierda. Así, en «Abc» le dedicaban un punto en su página editorial, afirmando que el parlamentario andaluz «ha cometido una nueva tropelía, a mitad de camino entre el Código Penal y el disparate grotesco, demostrando, de paso, una absoluta falta de respeto a las instituciones y a las personas». Pues servidora cree que quienes cometen una tropelía son quienes han llevado a tantas personas a no tener nada que llevarse a la boca ni techo bajo el que cobijarse. Y no quienes intentan ayudarles. Pero del diario de Vocento qué vamos a esperar.
Algo parecido sucede con «La Razón», que pedía que «la Justicia» actuara contra «el asalto», porque «el bandolerismo comunista no puede quedar impune». En el mismo periódico afirmaban también que el alcalde de Marinaleda «lleva treinta años haciéndose notar con un estilo, cuando menos, peculiarmente histriónico. Su territorio ha sido siempre el de las protestas y el de la demagogia barata». Ya, pero en su pueblo, donde le conocen bien, le votan. Y eso es lo que les fastidia a tantos «demócratas». La verdad, si una viviera en esa localidad sevillana también le votaría. Quien desde luego nunca lo hará es la persona que en «Estrelladigital.es» firma su columna como «La sonrisa de la avispa» -hay que ser cursi-, para quien Sánchez Gordillo es «un personaje de otro tiempo. Un esperpento del siglo XIX. Un bufón al que le han reído las gracias por su extravagancia durante mucho tiempo pero que, esta vez, se ha pasado de rosca». De otro tiempo son algunos columnistas de la prensa hispana. El personaje en cuestión, añade que «este bandolerete trasnochado se ha pasado tres pueblos con su bufonada y espero que termine pagándolo» y se lamenta: «¡Qué imagen tercermundista hemos dado al mundo!». En su ignorancia no entienden que llevan décadas dando esa imagen, pero no por lo que hacen Sánchez Gordillo y sus compañeras y compañeros, cuya dignidad causa urticaria a los voceros de la derechona, sino porque ordenan detenerlos.