Los inversores optaron por la toma de beneficios después de tres subidas consecutivas. Sobre la mesa de los operadores y analistas apenas había argumentos nuevos para modificar la senda optimista iniciada la semana pasada. Una vez que el rescate global parece ya asumido y a la espera de conocer las condiciones adicionales exigidas por Bruselas, la atención se centró, un día más, en la evolución de la prima de riesgo y la rentabilidad del bono, que siguen aferradas a niveles insoportables para el Estado español. La prima de riesgo terminó en los 545 puntos básicos, mientras que la rentabilidad del bono no consigue alejarse del 7%. En este contexto de compás de espera, el Ibex cedió un 0,84%, y hoy comenzará desde los 7.150,20 puntos. En el resto de Europa, excepto Londres (+0,08%), también dominó el color rojo. París bajó un 0,43%, y Fráncfort, un 0,03%. En el Ibex, volvía a sorprender Bankia (+24,44%), que ignoraba el desmentido de Bruselas sobre una inminente inyección de capital a la entidad. Terminó en los 1,27 euros, un 66,13% por debajo del precio de la OPV de julio de 2011. Sólo le acompañaron en la lista de avances otros seis valores, en tanto que Telefónica repitió precio. En el apartado de recortes, sobresalió Amadeus (-6,57%), tras conocerse que Iberia vendía el 6,66% de su participación a través del banco Nomura. También acabaron a la baja Repsol (-2,80%), Inditex (-2,32%), Iberdrola (-1,07%), BBVA (-0,35%) y Santander (-0,13%). En París, las mayores caídas fueron para Schneider (-3,97%) y Technip (-2,76%). Los títulos de Peugeot (+2,03%) lideraron las ganancias.