Según han hecho público fuentes sindicales en base a los datos facilitados por Banca Cívica -que desapareció como entidad la pasada semana-, de los 1.453 empleados afectados en la totalidad del grupo, 487 han sido prejubilaciones para mayores de 54 años, 205 bajas incentivadas y 761 suspensiones temporales de contratos, 215 de ellas voluntarias (solicitadas hasta el 15 de julio) y 546 forzosas, modalidad que finalmente ha afectado a un mayor número de trabajadores.

Por entidades, Caja Navarra (CAN) es la segunda entidad de Banca Cívica que más empleados ha perdido con la absorción, un total de 277, por detrás de Cajasol, que ha perdido 823, aunque esta entidad aglutina en torno a la mitad de la plantilla de todo el grupo. Por su parte, Caja Canarias reduce su plantilla en 228 empleados y Caja Burgos, en 122.

Periodo voluntario

Además, Caja Navarra es la única de las cuatro donde las medidas forzosas (134) casi han igualado a las voluntarias (143). El monto de las rescisiones voluntarias en Caja Navarra está compuesto por 72 prejubilaciones, 41 bajas incentivadas y 30 suspensiones voluntarias.

CCOO considera que el periodo voluntario establecido por Banca Cívica «ha sido un fracaso y tuvo muy poco éxito, tuvo resultados muy pobres», algo que el sindicato atribuye a «la campaña de presión y de miedo ejercida por Banca Cívica en ese periodo voluntario». En ese sentido, indica que «las cifras de las medidas voluntarias y forzosas se podría haber invertido si no hubiera habido una política de presión y de miedo».

Tras la reestructuración, según fuentes sindicales, los servicios centrales de CAN en Iruñea mantendrán una estructura mínima de entre 30 y 50 personas -entre el 10 y el 20%- lo que supone la desaparición como tal de la entidad.

La absorción de Banca Cívica por Caixabank culminó el pasado viernes, con la inscripción en el registro mercantil de Barcelona de la escritura pública de fusión, lo que ha conllevado la extinción de Banca Cívica, que desde el lunes ya no cotiza en la Bolsa española.

Desde que comenzaron a cotizar en los mercados, el 21 de julio de 2011, las acciones de Banca Cívica han dejado unas pérdidas acumuladas en Bolsa de más del 40%, que han afectado de forma especial a los inversores minoristas.