En una jornada no apta para cardíacos, con tres partidos decididos en los últimos segundos -el Islandia-Hungría tras dos prórrogas, con 9 goles de Nagy, y el España-Francia con Accambray, 7, como sorprendente figura-, cayeron dos de los favoritos. Las semifinales será Hungría-Suecia y Francia-Croacia.

ISLANDIA-HUNGRÍA (33-34). Después de dos prórrogas y 80 minutos de partido, Hungría inició la jornada dejando fuera a uno de los máximos favoritos, de la mano de dos jugadores sensacionales ayer: el portero Fazekas (22 paradas de 55 lanzamientos, 40%) y el lateral zurdo Nagy (9 goles, 5 de ellos entre las dos prórrogas, de los 7 de Hungría en el tiempo añadido).

Tras jugarse la clasificación en la última jornada de la liguilla previa, ayer los húngaros dominaron de principio a fin a los islandeses, aunque a punto estuvieron de echarlo todo por la borda en el último minuto del tiempo reglamentario. Apoyados en Fazekas, Hungría cobró ventaja desde el inicio (1-5) y obligó a Islandia a ir siempre a remolque. Pero con 24-26 (min. 54) encajó un 3-0 (27-26) que le dejó al borde de la eliminación.

Ya en el último minuto Ivancsik enviaba su remate al poste y en el siguiente ataque islandés se pitaba penalti sobre Stefansson. Quedaban 14 segundos, pero a Hungría le sobraron tres para empatar después de que Fazekas parara el penalti a Gudjonsson y lanzara el contragolpe que finalizó Lekai (27-27).

En la prórroga Nagy cogió toda la responsabilidad ofensiva de su selección, marcando dos goles en los diez primeros minutos (30-30), y los tres primeros de la segunda prórroga -para sumar cinco seguidos, salvo el primero de Ivancsik y el último, de Csaszar-, hasta abrir una brecha de dos goles (31-33, 32-34) que Islandia ya no pudo salvar.

ESPAÑA-FRANCIA (22-23). Un rechace a falta de tres segundos decidió el pase a semifinales. Karabatic lanzaba en suspensión para que Sterbik -uno de los protagonistas ayer, 20 paradas de 43, 47%)- rechazara el balonazo con su cuerpo, de forma que el rechace cayó en manos de William Accambray, que pasaba por allí tras una circulación por la primera línea que lle llevó hasta los seis metros, y redondeó su fantástica segunda parte con el gol decisivo.

España se hizo muchas ilusiones en los primeros 15 minutos de partido, cuando Sterbik ponía el cerrojo en su portería (paró 8 de los primeros 9 remates franceses, 14 de 23 en el primer período, un 61%). Pero ya se veía que no era capaz de rentabilizar al máximo en ataque esta efectividad y, tras llegar a un impactante 6-1, se empezaron a manifestar los problemas españoles en la primera línea. Ayer Rocas llegó a jugar algunos minutos de lateral, para oxigenar a Maqueda, y Tomás hizo lo propio como central, ante las ausencias de Gurbindo y Sarmiento, aunque este salió unos minutos a la cancha, pero no pudo continuar. Ahí estuvo la clave. En Francia su primera línea firmó unos porcentajes desastrosos en la primera mitad: 4 goles de 17 lanzamientos entre Fernandez (1/6), Karabatic (1/6), Narcisse (1/3) y Barachet (1/2). Y llegó al descanso con 12-9 en contra.

Pero en la reanudación Valero Rivera no tenía más recursos que los ya utilizados, y con menos fuerzas, mientras Claude Onesta ponía en juego a su lateral Accambray, recién llegado para sustituir al lesionado Joli, que debutaba en los Juegos y fue un huracán que desarboló a la defensa española y a Sterbik con 7 goles de 9 lanzamientos en la segunda parte. Y además, en pleno estado de gracia, se encontró con el balón que decidió el partido, y no lo desaprovechó.

En la selección hispana los mejores, además de Sterbik, fueron Tomás (6 goles, ejerciendo de hombre orquesta en defensa y en ataque) y Julen Aginagalde (5 goles de 6 remates), que además de marcar sirvió varias asistencias de gol y dejó un gran detalle en el tanto que suponía el 9-6, tras recibir de Sarmiento, buscarse hueco con un bote y acabar con un gran remate.

SUECIA-DINAMARCA (24-22). Se veía venir, y en el partido que marca la diferencia entre luchar por las medallas o quedarte fuera a Dinamarca se le agotó la fortuna con la que había salvado peliagudos obstáculos en la primera fase. Hace seis meses y medio Dinamarca superaba con comodidad a Suecia en el Europeo (31-24), pero ayer los mismos nombres no eran los mismos hombres. En un partido igualado en todos los apartados estadísticos (porcentajes de los porteros, de lanzamientos, pérdidas de balón...), con empates sucesivos desde el 16-16 en el min. 43 hasta el 22-22 en el min. 55, al llegar la hora de la verdad lo que decidió la balanza a favor de Suecia fue una exclusión del pivote danés René Toft Hansen, y dos lanzamientos errados del goleador danés Mikkel Hansen (4 de 11 en el partido), mientras el anotador sueco Niclas Ekberg acertaba con sus dos remates.

CROACIA-TÚNEZ (25-23). No se sabe si Croacia llegó a correr peligro, o si dejó que los fogosos tunecinos se desbravaran, pero lo cierto es que la primera mitad la selección africana se codeó con su rival, mandó en el marcador y llegó con una ventaja mínima al descans (11-12). En la reanudación Croacia dejó claro enseguida que se había acabado el recreo, puso enseguida tres o cuatro goles de distancia y se dedicó a gestionar el resto.