Udate
«Amaren eskuak» recorre el camino hacia las salas de cine
La versión cinematográfica de la primera novela de Karmele Jaio, “Amaren eskuak” (2006, Elkar. Traducida al castellano en 2008 como “Las manos de mi madre”), está en fase de rodaje. Bajo la dirección de Mireia Gabilondo y el guión de Josu Bilbao, las actrices Ainara Gurrutxaga y Loli Astoreka tratarán de repetir el éxito obtenido por esta novela, Euskadi de Plata 2006, en las salas de cine.
Texto: Idoia ERASO Fotografías: Jon HERNAEZ / ARGAZKI PRESS y Gaizka IROZ
El rodaje de la adaptación al cine de la primera de las novelas de la periodista y escritora Karmele Jaio, «Amaren eskuak», llega a Hendaia con la mitad del camino ya recorrido. «El rodaje dura seis semanas y hemos grabado ya tres. Estamos en el ecuador» nos asegura el productor Asier Bilbao. Han grabado ya en Lekeitio y Andoain y estos días se les podrá ver en Gasteiz, Irun y Donostia. El largometraje transcurre «oficialmente» entre Lekeitio y Gasteiz, pero la magia del cine nos hará creer, por ejemplo, que la hermosa casa de Hendaia en la que han estado rodando se encuentra en la capital alavesa; otro tanto sucederá con el Hospital de Irun. El séptimo arte nos hará creer que la antigua sede de los nazis en la costa labortana durante la Segunda Guerra Mundial es el nido de amor de Nerea (Ainara Gurrutxaga) y Lewis (Marc Schardon), ubicado supuestamente en el centro de Gasteiz.
Antes de entrar en la casa de la calle de los Lauriers de Hendaia, los grandes camiones aparcados en las estrechas calles del centro delatan que está sucediendo algo poco habitual. La que también fue morada del boticario de la localidad ha acogido el rodaje de las escenas hogareñas durante dos semanas. «Estuvimos buscando en Donostia, Oiartzun, Lasarte, Tolosa... miramos en todas partes, pero no teníamos nada que nos satisficiese, hasta que unos amigos nos hablaron de este lugar» explica el productor.
La casa, con sus grandes espacios parece pequeña repleta como está de cables, focos y, sobre todo, de gente. Técnicos de luz, sonido, scripts y todos esos oficios que fuera del medio parecen tan extraños. En el segundo piso se están rodando algunas de las escenas de cama. La protagonista, Ainara Gurrutxaga, está acostada en la cama, acompañada por su marido en la ficción, Marc Schardan. Ocupan la habitación principal, que tan solo acoge a algunos técnicos y el cámara. La directora de la película, acompañada del script, Eneko Dorronsoro, y varios técnicos más se han instalado en una pequeña y calurosa habitación de al lado, en la que tan solo se puede encender el ventilador en los descansos las grabaciones, para que el ruido no se infiltre en la película.
«¿Donde está el libro que te pedí ayer?» pregunta Mireia Gabilondo a su ayudante. Ante la respuesta de que se está en la mesita de la protagonista, la realizadora: «Ponla en la otra mesilla, que sino no se va a ver». Son pequeños detalles que parecen anodinos para el simple espectador, pero que han sido cuidados con gran esmero por el equipo de realización. «La casa tiene el look que queríamos para la pareja. El estilo británico con los libros y los discos, y luego hemos puesto todo un poco por el suelo, como a los ingleses que no les importa demasiado el desorden» explica Bilbao.
Un aire británico que corresponde al marido de Nerea, Lewis. Un personaje interpretado por un estadounidense, Marc Schardan, quien en uno de sus descansos nos confiesa que una de las dificultades de esta obra ha sido darle el aire británico al personaje: «Casi es más difícil hacer el acento británico», afirma. «Casi» dice el actor porque la gran dificultad de la obra ha sido actuar en una lengua que no conoce, ya que, en su gran mayoría, la trama transcurre en euskara: «Como actor es un reto nuevo trabajar en euskara. Sé lo que estoy diciendo a base de machacar y de estudiar, pero lo más difícil es recibir lo que dice la actriz, actuar mientras estás escuchando sin entenderlo todo».
Una de las escenas difíciles a las que Schardan va a tener que hacer frente se va a grabar a continuación. En ella, Lewis tiene que decirle a Nerea, «Zure begiak disdiratsuak dira berriz ere» (Tus ojos brillan de nuevo). El actor es consciente de la dificultad, pero el productor Asier Bilbao le aconseja: «Lo que tienes que hacer es que se sienta la más bonita del mundo». Tras escuchar el consejo el actor responde pensativo: «Tal vez entonces mis ojos también deberían de brillar un poco». Más detalles, detalles de última hora que en la sala pueden hacer brillar una escena.
Aunque en la película la mayoría de las conversaciones entre la pareja protagonista transcurren en euskara, el inglés forma parte del diálogo: «Tratamos de que la relación sea natural; cuando discuten mucho o tratan de cosas serias hablan en inglés. Es el idioma natural en el que se conocieron ambos personajes en Londres, y además es la lengua materna de Lewis».
De la novela a la película
El proyecto comenzó hace cuatro años cuando Eduardo Barinaga, el productor de la productora vizcaina Baleuko, leyó la novela. «A Eduardo le gustó y pensó que de ella se podía hacer una película. Durante tres años estuvo buscando financiación y escribiendo el guión. La última versión del guión, la definitiva, es la de Josu Bilbao» asegura el productor.
Después vino la elección de la directora: «Sabíamos que a Mireia (Gabilondo) le gustaba la historia y que le gustaría hacerlo. Pensamos que podía ser la adecuada, tanto por su trabajo como por el hecho de ser una mujer».
Sobre la elección de los actores Asier Bilbao explica: «Mireia, además de realizadora es también actriz, así que conoce muy bien el mundo de los actores de Euskadi y fue ella la que propuso a Ainara Gurrutxaga». La elección también se basó en una premisa establecida por la productora: «No queríamos que fuesen caras conocidas. Aquí y encima en euskara el ramillete de actores es muy reducido, por eso queríamos gente nueva, para que el público no piense que se trata otra vez de otra película con la misma gente. Ainara Gurrutxaga es la primera vez que trabaja en el cine, hasta ahora solo había hecho teatro».
La otra gran protagonista de la película será Loli Astoreka. Sobre su elección, el productor hace referencia a la situación del medio: «Ella es la más conocida de todo el reparto. No hay muchas actrices de sesenta años, y ella hace el papel de Dolores, la tía de Nerea que viene de Alemania para ayudarles».
El rodaje continuará hasta finales de agosto, en diferentes localidades de Euskal Herria. «El 1 de setiembre acabará el rodaje y la película estará terminada para Navidades. La estrenaremos en el 2013, pero no sabemos cuándo, dependerá de varios factores», reconoce el productor. Por tanto, los amantes de la novela de Jaio deberán de esperar todavía varios meses para descubrir lo que el celuloide va a sacar a la luz a esta obra literaria.
Karmele Jaio es la autora de una novela que ha encandilado tanto al productor (Eduardo Barinaga) como a la directora (Mireia Gabilondo). La escritora comparte la experiencia que supone el cambio de medio artístico que ha sufrido «Amaren eskuak». «La novela sirve para contar algo que el autor o autora siente que solo a través del arte de la novela es capaz de exponer. Es por ello que cuando recibí la oferta de la productora Baleuko para trasladar a la gran pantalla la historia que se cuenta en `Amaren eskuak' sentí en un principio una especie de vértigo».
«Paradójicamente ha sido ese mismo vértigo el que me animó a embarcarme en este ilusionante proyecto audiovisual. Pensar que `Amaren eskuak' se puede contar de otra manera, con otros recursos y desde otras miradas, y que a través del lenguaje audiovisual puede llegar a captarse el alma de la novela, me ha hecho entender el reto que supone hacer esta película» confiesa la autora. Confiada en lo que en el 2013 podrá descubrirse en las salas de cine, Jaio afirma: «Cualquier novela presenta dificultades a la hora de ser adaptada cinematográficamente. La clave para llegar a buen puerto reside, en buena medida, en la elección. La elección de los elementos de la novela que pueden trasladarse al celuloide. Espero que este guión haya recogido esos elementos que, a modo de teclas de un piano, hagan sonar en la pantalla la misma melodía que se desprende de las páginas de la novela que un día escribí».
Una novela publicada en 2006 por Elkar y que consiguió tal éxito que fue la misma escritora la que tradujo después al castellano, «Las manos de mi madre», publicada por la editorial Ttarttalo. Y también ha sido traducida al alemán, «Mutters hände». I. E.
«Ofizioa agertzen du Karmele Jaiok lehenbiziko eleberri honetan. Idaztankera sendoa darabil, kazetari-jardunean ondua. Irakurlea ia oharkabean eramaten du, perpaus laburrak erabiliz, dena elkarrizketaz eta bakarrizketaz zipriztinduz. Bai, ezbairik gabe, narratzaile iaioa dugu Jaio».
«Liburuan, narratzaileak, orojakile, Nerea aurkezten digu: emakume gaztea, ingeles baten emaztea, alaba baten ama, burua galduta duen emakume baten alaba, kazetaria... Eta Nerea ezin izan daiteke hori guztiori aldi berean. Neke da, akiturik dago».
«Karmele Jaiok bekoz beko paratzen ditu lana eta bizitza eta, ororen gainetik, ene ustez, horixe da liburuaren alderdirik jakingarriena: nola uztartu bizitza eta lan egin beharra. Nerearen ama ospitalean dago, burua nahasirik, eta Nereak haren aldamenean egon gura du, lagun egiteko, zer gertatu den ulertzeko, baina lanak ez dio tarterik uzten. Nerearen eta haren ugazabaren arteko tirabirak guztiz adierazgarriak dira, esan nahiz eta isildu beharrez josiak. Idazleak lortu egin du tentsio hori kutsatzea, irakurleak erredakzioburuari aiher izatea. Izan ere, morroia tarteko kargudun goranahien paradigma da. Nork ditu atsegin kofradia horretakoak? Nork ez ditu konprenitzen Nerearen damuak, frustrazioa... haren ezina? (...) Iñigo ROQUEren kritika. GARAn 2006-03-18an argitaratua