Udate
Burlata comenzó sus fiestas recordando a quienes no están
Burlata comenzó ayer sus fiestas con un txupinazo en el que se animó a los vecinos a no olvidar a quienes no pueden acudir a esta localidad. Tomás Ezkurra y María Teresa Jiménez, viuda de Karmelo Argüelles, lanzaron el cohete en reconocimiento a su labor en pro de la pelota.
Martxelo DÍAZ | BURLATA
El txupinazo que se prendió ayer desde el balcón del Ayuntamiento sumergió a Burlata en fiestas hasta el próximo domingo. Tomás Ezkurra y María Teresa Jiménez, viuda de Karmelo Argüelles, dos impulsores históricos de la pelota en Burlata, fueron los encargados de prender el cohete, a propuesta del grupo municipal de Bildu.
«Burlatarrok, ez ahaztu hemen ez daudenak. Gora Burlatako jaiak!», proclamó Ezkurra desde el balcón de la Casa Consistorial. «Burladeses, burladesas, ¡vivan las fiestas de la Asunción!» fue la fórmula escogida por Jiménez.
Ezkurra explicó a GARA que tanto él como Argüelles comenzaron a trabajar a favor de la pelota en Burlata tras jubilarse y se mostró muy emocionado por el reconocimiento que habían recibido. Eran multitud los vecinos que acudían a felicitarle por haber disparado el txupinazo.
Nada más encenderse el cohete, se dispararon las bengalas de confetti desde el Ayuntamiento. Se notaba que Burlata estaba ya de fiesta.
Abajo, la plaza de las Eras estaba abarrotada de vecinos deseosos de sumergirse en la fiesta. Muchos de ellos, acudieron al txupinazo con ikurriñas, banderas de Nafarroa y símbolos a favor de la repatriación de los presos políticos vascos. La ikurriña y la reivindicación de los presos también estuvo presente en el balcón del Ayuntamiento.
Como ya se está convirtiendo en tradición en los txupinazos en Nafarroa, trabajadores de servicios públicos mostraron logotipos en contra de los recortes antisociales impulsados por el Gobierno navarro.
También hicieron su aparición en la plaza de las Eras las peñas de Burlata, acompañadas de txarangas, que fueron un oasis frente a las jotas que atronaban desde la megafonía del Ayuntamiento.
Los más txikis esperaban el txupinazo, sí, pero también el cañón de espuma instalado junto al Ayuntamiento que comenzó a funcionar, puntual, nada más dar las doce del mediodía. La espuma se convirtió en un refrescante alivio en la calurosa mañana de ayer en Burlata.
Los gigantes, que asistieron impasibles a toda la ceremonia del txupinazo, también comenzaron a bailar. Ya habían empezado las fiestas de Burlata.
Tras el txupinazo, las ganas de pasarlo bien se extendieron desde la plaza de las Eras al resto de calles de Burlata. Las peñas recorrieron la localidad, animando el ambiente con la música de las txarangas.
Burlata celebrará hoy el día grande de sus fiestas patronales. En el programa oficial, destaca la procesión. En el de los colectivos populares figura una multitud de actos, como la paellada en Karrikagoiti, la salida de peñas con la txaranga Txogarima o la proyección del documental «Sagarren denbora» en la zona de las txosnas.
Tomás Ezkurra y María Teresa Jiménez, viuda de Karmelo Argüelles, dispararon el txupinazo en reconocimiento a la labor que han desarrollado durante años para fomentar la pelota en Burlata.
Una hora después del txupinazo, la plaza de la Iglesia acogió el brindis en recuerdo de los presos, refugiados y deportados políticos vascos. Destacaron que el balance del año se ha saldado con la detención de un vecino de Burlata, Jotas Osés, pero al mismo tiempo, Iker Moreno ha salido a la calle, junto a otros cuatro vecinos de Iruntzu, que también han abandonado la prisión.
Moreno recibió el abrazo de los colectivos de Burlata y asistió, emocionado junto a los familiares de los presos de la localidad de Iruñerria, al aurresku que bailaron sus vecinos. Los congregados corearon consignas en recuerdo de los respresaliados, como «presoak etxera».
En el acto, se leyeron las cartas que los presos de Burlata Jotas Osés y Maria Lizarraga enviaron. Ambos hicieron un llamamiento a disfrutar de las fiestas sin olvidar a quienes se ven obligados a estar fuera de Burlata estos días.
Junto a ello, se denunció la política de excepción que el Gobierno español mantiene con los presos políticos vascos y se reclamó la inmediata liberación de Iosu Uribetxeberria y de los otros trece prisioneros que padecen enfermedades incurables.
Asimismo, se exigió el fin de la dispersión, que provoca accidentes de allegados como el que recientemente han padecido los familiares de Mikel Egibar cuando regresaban de una visita en la cárcel de Zuera.
Tras el brindis, se celebró una comida popular en el recinto de las txosnas. M.D.