El Tribunal de Baiona examinó ayer la denuncia de la orden Las Hijas de la Cruz por la que piden el desalojo del colegio Saint Michel de Donaixti ocupado desde hace tres semanas por un grupo de jóvenes. El juez dará a conocer el próximo martes su decisión. Si aceptase la petición de expulsión, los okupas dispondrán de 48 horas para abandonar el antiguo colegio que permanece cerrado desde hace tres años.

La intención del grupo es la de crear un espacio autogestionado que contaría con una vivienda colectiva y un centro de cultura popular.

En ese horizonte, enseguida empezaron a elaborar proyectos tanto de rehabilitación del edificio como de actividades e iniciativas culturales y sociales. Se pusieron en contacto con las monjas propietarias del colegio para llegar a un acuerdo para alquilarles los locales y, de hecho, se encontraban en negociaciones con ellas cuando recibieron la convocatoria del tribunal.

Desalojo previo

El abogado de las religiosas manifestó ayer que «no hay que invertir el orden de las cosas» y que previamente a cualquier posible negociación, debían desalojar el colegio.

Por su lado, el letrado de los jóvenes, Filipe Aramendi, argumentó que los jóvenes «no están alterando el orden» como se dijo en la vista sino que «lo que pretenden es hacer revivir el lugar».

A la espera de la decisión judicial, los jóvenes continúan organizando diferentes actos abiertos a la población como conciertos, talleres, reuniones o juegos.