Crónica | Fiestas en Tafalla
Inés del Río fue la gran ausente de un emotivo txupinazo en Tafalla
Las fiestas más importantes de la Zona Media dieron comienzo ayer a mediodía. Bildu fue el encargado de prender la mecha del cohete después de un vacío de 19 años sin que la izquierda abertzale tuviera el honor de arrancar los festejos.
Aritz INTXUSTA
Un nutrido grupo de ikurriñas y banderas en favor de los presos esperaba a los pies del balcón municipal a que Arturo Goldarazena, el cabeza de lista de Bildu en Tafalla, diera comienzo a las fiestas grandes de la ciudad. Al final, fue un cohete compartido, porque otros dos concejales del grupo le arroparon. Dani Arregi compartió la dedicatoria de las fiestas y Cristina Arkonada fue quien, finalmente, encendió el chupinazo.
En el lateral izquierdo de la balconada municipal, estaba presente una enorme ikurriña y, desde el piso de arriba, se colgó una pancarta reclamando la vuelta a casa de los presos, con una dedicatoria especial para la tafallesa Inés del Río, después de que el tribunal de Estrasburgo dijera que, atendiendo solo a los derechos humanos, hace tiempo que ya debiera de estar de vuelta en su casa.
A pie de calle, entre las banderolas, las ikurriñas y la enorme bandera de la Nafarroa soberana que vestía el monolito de la plaza, se soltó una pancarta para que los globos azules que la sujetaban se la llevaran volando sobre la ciudad. En ella, volvía a aparecer el rostro de Del Río. Además de esta presa, Tafalla cuenta con otros tres vecinos encarcelados: Jotas, Iosu y Ioni. A todos ellos se les recordó después del chupinazo, como es costumbre, junto al bar Pasadizo. La ceremonia fue particularmente emotiva, no sólo por la situación de Del Río, sino también porque un familiar cercano de otro preso tiene una enfermedad muy grave. Se solicitó un acercamiento por este motivo pero, sin embargo, Instituciones Penitenciarias se lo ha llevado aún más lejos de su casa, hasta Murcia. Los familiares de los cuatro presos recibieron un ramo de flores y se bailó un aurresku ante ellos antes de que se bebiera la copa de champán.
Mintegi y parlamentarios
Con la excepción del cohete que lanzó Maiorga Ramírez en 2005, en nombre de EA, la izquierda abertzale no daba comienzo a las fiestas de Tafalla desde 1993, cuando le tocó el turno a Juan Karlos Berrio. Este año, sin embargo, se recuperó la tradición de rotar el honor por todas las formaciones políticas, aunque, según Goldarazena, la negociación no fue fácil. Al final, UPN hubo de ceder y pasar el turno del chupinazo a la segunda fuerza en el Ayuntamiento.
Tafalla es la ciudad más al sur donde este año Bildu lanzará un chupinazo y un municipio clave en Nafarroa. Por todo ello, el chupinazo se vivió como una fiesta y quienes lanzaron el cohete estuvieron arropados por parlamentarios de Bildu como el tafallés Maiorga Ramírez o su compañero Víctor Rubio. También destacó la aspirante a lehendakari por EH Bildu, la estellesa Laura Mintegi, que acudió de invitada al consistorio.
Las fiestas de Tafalla durarán hasta el día 20 y son unas de las fiestas fuertes de Nafarroa. Sus encierros compiten con los de Tutera por ser los segundos mejores, después de los de San Fermín. Sin embargo, donde Tafalla gana de mano a la capital navarra es en las txosnas que UPN no consiente en Iruñea. Desde hace unos años, se colocan junto a la ikastola, a pocos pasos de la zona de bares. Por otro lado, la barraca de la ikastola se mantiene en su lugar habitual del paseo y sigue siendo una de las visitas obligadas de las fiestas.