El preso palestino Ammar al-Zein, en prisión desde hace 15 años y con 25 condenas a cadena perpetua a sus espaldas, ha logrado ser padre después de que hace tres años consiguiera sacar de prisión esperma de forma clandestina. Tras dos intentos fallidos, Dalal Rabayaa, de 31 años, logró quedarse embarazada vía in vitro dando a luz a un varón, que pesó 3,8 kilos y al que han llamado Muhannad, en recuerdo a un amigo de al-Zein muerto por fuerzas israelíes.

Muhannad fue concebido en el Centro Médico de Razan, en Nablús, que realizó una selección genética para garantizar que la pareja -que tiene dos hijas de 16 y 15 años- tuviera un hijo varón. Rabayaa y el equipo médico fueron los encargados de presentar al bebé, declinando obviamente dar cualquier detalle sobre la forma en la que consiguieron sacar el semen, burlando todos los sistemas de seguridad de la prisión.

«Este logro está dedicado a todos los palestinos, especialmente a los presos -que tienen prohibido mantener relaciones con sus parejas- y sus familias», resaltó Rabayaa mientras sujetaba al pequeño Muhannad junto al retrato de su padre.