El próximo 21 de octubre los residentes en la CAV tienen una cita con las urnas. La ciudadanía pintará con nuevos colores las bancadas del Parlamento de Gasteiz, y pondrá el punto final a la IX Legislatura. Un periodo marcado por el apartheid político impuesto desde Madrid, que comenzó en abril de 2009 con la firma del «Acuerdo de Bases para el Cambio Democrático» -ratificado por el PP y el PSE- y finalizó ayer con la comparecencia solitaria del lehendakari, Patxi López, en Lehendakaritza, para decir lo que todos esperaban hace ya bastantes meses.

En la rueda de prensa, López, que pronunció su discurso bajo la atenta mirada de la portavoz del Ejecutivo, Idoia Mendia, y del consejero de Interior, Rodolfo Ares, anunció que las elecciones tendrán lugar el próximo 21 de octubre.

Según explicó, esta decisión «meditada y responsable» se sustenta sobre cinco pilares básicos: la crisis económica que sacude también a su territorio desde hace años, la falta de apoyos para lograr nuevos acuerdos en la Cámara de Gasteiz, la necesidad de abordar futuras reformas fiscales e institucionales, la elaboración de los presupuestos de cara a 2013 y el hecho de «haber cumplido los principales compromisos que asumimos cuando accedimos al Gobierno».

A modo de balance, el inquilino de Ajuria Enea recordó los «grandes objetivos» fijados por su Gabinete en mayo de 2009, cuando tomó posesión de su cargo gracias al apoyo del PP en el Parlamento autonómico. Entre los mismos, destacó acabar con «la violencia terrorista»; dar normalidad a la vida política y social; hacer frente a la crisis económica; defender los servicios públicos; gobernar para todos, «renunciando a la imposición ideológica»; y defender el «autogobierno estatutario».

Sin embargo, todos y cada uno de estos «objetivos» pueden ser rebatidos con los hechos recogidos en la hemeroteca. El detalle que más grabado ha quedado es que cuando ETA anunció su decisión histórica, el lehendakari viajaba a bordo de un tren en Estados Unidos. Asimismo, la supuesta «normalidad política y social» evocada por el dirigente del PSE no casa en absoluto con hechos como la actuación policial que acabó con la vida del joven Iñigo Cabacas, en la pasada primavera. La idea de «gobernar para todos», defendida por López, choca con la cercanía de su partido al PP, y con la aplicación de leyes dirigidas a limitar el uso del euskara en las empresas públicas y privadas de Araba, Bizkaia y Gipuzkoa. Y en lo referente al Estatuto de 1979, cabe recordar que las últimas transferencias fueron pactadas entre el PNV y el PSOE en Madrid.

Aparte, en alusión a las citadas formaciones, el lehendakari criticó que tanto los dirigentes jeltzales en Bizkaia como los del PP en Araba han utilizado las diputaciones para «torpedear» al Ejecutivo de Lakua, que ha gobernado en minoría y sin apoyos desde que el presidente del PP en la CAV, Antonio Basagoiti, anunciará el pasado 7 de mayo la ruptura del «Acuerdo de Bases Para el Cambio».

Un parlamento democrático

Las primeras valoraciones sobre la decisión de adelantar las elecciones no se hicieron esperar. Las réplicas emitidas por los partidos políticos que integran la coalición EH Bildu, a la espera de la intervención hoy de su candidata a Ajuria Enea Laura Mintegi, se centraron en la recuperación de un parlamento «democrático», que muestre el verdadero sentir de la sociedad.

En opinión de Maribi Ugarteburu, «ya era hora de disolver un parlamento nacido como fruto de un pucherazo electoral, y junto con ello deshacer un Gobierno que se ha basado en la representación falseada de la realidad sociopolítica de la CAV». Además, con la vista puesta ya en estos próximos comicios, la portavoz independentista consideró que «ha llegado el momento de marcar el inicio de un nuevo ciclo político en el que todos los proyectos políticos podrán decidirse en democracia e igualdad».

Asimismo, el coordinador de Aralar, Patxi Zabaleta, señaló que la Cámara surgida de las urnas en 2009 «no refleja una verdadera realidad», ya que oculta la existencia de un sector soberanista y de izquierdas que vio vetado su derecho a voto por la aplicación de la Ley de Partidos. «En los próximos comicios quedará patente la fuerza de la mayoría abertzale, progresista y de izquierdas», destacó.

En la misma línea, el portavoz de Alternatiba, Oskar Matute, destacó que el adelanto electoral «abre las puertas a un Parlamento democrático y al verdadero cambio social, que vendrá de la mano de la unión de las izquierdas en este país».

Por su parte, el parlamentario de EA, Juanjo Agirrezabala, criticó que el anuncio de López «llega tarde», y lamentó que el mismo ha estado precedido de una campaña electoral por parte del PSE. «El lehendakari y su partido sabían desde hace tiempo que no tenían más remedio que convocar elecciones, pero han alargado el tiempo lo máximo posible con un claro interés partidista», añadió.

«Débil y desorientado»

En cuanto a la postura defendida por el PNV, su portavoz parlamentario, Joseba Egibar, destacó que la decisión del lehendakari supone «el fin de la agonía de un Gobierno débil y desorientado». Recordó también que aquel ejecutivo «surgió en un escenario creado por la aplicación de la Ley de Partidos. En contra de lo que la mayoría de la sociedad vasca había votado».

Desde el PP, Antonio Basagoiti, antiguo aliado de López en la Cámara legislativa de Gasteiz, remarcó que el responsable de Lakua no tenía otra opción que adelantar estas elecciones autonómicas «porque se había metido en un callejón sin salida al renunciar a la makila de lehendakari para coger el banderín del PSE».