Adelanto electoral en la CAV

Y el primer aniversario del final de la lucha armada, día de reflexión

Ramón SOLA           

Cuando las hipótesis de adelanto electoral parecían estar de capa caída, Patxi López ha sorprendido por partida doble. No solo por anunciar que ya toca ir a las urnas, sino por la fecha elegida. Esta es una pequeña ventaja que la normativa concede al lehendakari y a la que este nunca renuncia (¿o no se acuerdan de cuando Ibarretxe corrió a convocar elecciones en 2005 un día después de que el Congreso tumbara su Nuevo Estatuto y fortaleciera así su figura política?)

Pues no. López no parece querer beneficios. Se irá a los colegios electorales el 21 de octubre, tras una semana que ya estaba marcada en rojo en el calendario de todos los medios, pero por otros motivos a los que él es completamente ajeno. El último miércoles de campaña, día 17, se cumplirá un año de la Declaración de Aiete. Y el 20, es decir, en plena jornada de reflexión, se celebrará el aniversario del cese definitivo de la lucha armada.

Serán, por tanto, días de balance de estos doce meses, en los que la figura de Patxi López no aparecerá ni en las fotos, por la sencilla razón de que no estuvo. Llegó tarde y para nada, con una ronda de reuniones con partidos que no deparó ningún resultado y un posicionamiento parlamentario sobre los presos que ya estaba muy superado por la realidad social. Quién sabe si la efeméride también traerá nuevos posicionamientos internacio- nales que volverán a delatar la inacción del PSE, admitida por su propio presidente. Así que la fecha parece escogida por su peor enemigo. Eso, o que López solo se haya fijado en que el ecuador de campaña es el 12 de ocubre, día grande... en España.