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VUELTA Cuarta etapa

To wait or not to wait

Joaquim Rodríguez se hace con el maillot rojo en una jornada que parecía de transición hasta que Alejandro Valverde se fue al suelo cuando Sky atacaba en bloque. El pelotón no paró y el murciano se dejó más de un minuto en meta. Igor Antón también perdió tiempo.

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Amaia U. LASAGABASTER

La vuelta salió de Euskal Herria y entró en el terreno de la polémica. Lo que parecía una jornada de transición, con escapada y cambio de líder consentidos, acabó convirtiéndose en una encendida batalla. En la carretera y, sobre todo, en los micrófonos, las ondas y las redes sociales, donde la caída de Alejandro Valverde y la actitud de sus rivales reavivó las ascuas de una discusión recurrente en esto del ciclismo. Esperar o no esperar, ésa es la cuestión.

¿Se debe parar siempre que hay una caída, nunca? ¿Se espera al líder de la general, a los hombres fuertes, a todos, a nadie? ¿Solo cuando la caída se produce por circunstancias ajenas a la carrera, en cualquier caso? ¿Es lo mismo no esperar que tirar? Las preguntas se repiten cada vez que se produce un incidente como el que ayer revolucionó el último tramo de la cuarta etapa de la Vuelta -160 kilómetros entre Barakaldo y Valdezcaray-, pero el acuerdo parece imposible. Ni entre quienes asisten como meros espectadores, ni, menos aún, entre los protagonistas del asunto.

Porque el cruce de declaraciones tras la etapa estuvo calentito, con Alejandro Valverde tildando de antideportiva la actitud de Sky, Juan Antonio Flecha recordando la nula repercusión que tuvo en el pelotón su atropello cuando marchaba fugado en el Tour del año pasado, Eusebio Unzue al equipo británico de haber provocado la caída, Nicholas Portal asegurando que se había enterado de todo mucho más tarde...

Posiblemente todos tengan su parte de razón. Lo único cierto es que, a 25 kilómetros de Valdezcaray, cuando victoria de etapa y liderato de la carrera parecían en manos de los escapados y el pelotón rodaba con aparente tranquilidad, la anchura de la carretera y el viento de costado decidieron a Sky a probar fortuna. Fortísimo acelerón de Flecha, sus compañeros pegados a la cuneta y una veintena de corredores que se van al suelo. Incluyendo a Alejandro Valverde, que se quejaba doblemente del comportamiento de la escuadra británica. Primero, por «provocar la caída al cruzarse en medio del pelotón». Después, por no subsanarlo.

Y es que Sky no solo no aguardó -sus integrantes aseguraron no haberse enterado de que el líder se había visto involucrado en el accidente hasta bastantes kilómetros después-, sino que imprimió un ritmo fortísimo en cabeza, al que después contribuyeron Katusha y, más sorprendentemente, BMC, mientras por detrás se dibujaban los inevitables abanicos.

Más perjudicados

Perjuicio para la fuga, cuyo éxito a esas alturas, con doce minutos de renta, parecía garantizado; o al menos para Luis Ángel Maté, que -era el mejor colocado de los escapados en la general, a menos de cuatro minutos del liderato- ya se veía de rojo. Y perjuicio, sobre todo, para Valverde. Lo más curioso es que, apenas unos instantes antes de la caída, Eusebio Unzue reconocía en Televisión Española el visto bueno de Movistar a la pérdida del maillot rojo, confesando que «supone mucho desgaste y debemos guardar un poco porque esas fuerzas las podemos necesitar en otros momentos más importantes».

Pero hay maneras y maneras. Valverde se rebeló contra la que le había endosado el destino y, primero con la ayuda de sus compañeros -muchos, que le escoltaban en el pelotón, acabaron también en el suelo, incluído Imanol Erviti, que fue uno de los peor parados- y, ya en la ascensión final, en solitario por momentos, echó el resto para minimizar pérdidas. Que acabaron rondando el minuto respecto al grupo de favoritos.

Y es que estos no solo no pararon, sino que aprovecharon las mínimas opciones que ofrece una ascensión tan suave como la de Valdezcaray para seguir buscándose las cosquillas. De nuevo con Alberto Contador como el más batallador, esta vez con menos gente a su rueda. Solo Chris Froome y Nicolas Roche aguantaron al madrileño, con Joaquim Rodríguez cediendo a las primeras de cambio. El catalán, al menos, tuvo tiempo demejorar la tarde considerablemente. Bien escoltado, hizo grupo con otros candidatos al podio de Madrid como Bauke Mollema, Robert Gesink o Rigoberto Urán y no solo acabó atrapando a Contador y Froome, sino que se hizo con el maillot de líder, resarciéndose en parte del disgusto de la víspera.

Peor les fue a los vascos. Igor Antón desapareció de los primeros puestos en cuanto la carretera tomó pendiente aunque, bien escoltado por Amets Txurruka y Gorka Verdugo, redujo a apenas medio minuto su desventaja respecto al grupo de favoritos. Beñat Intxausti lo pasó peor y, aunque pudo echar una mano momentánea a Valverde, acabó cediendo casi cuatro minutos, lo que le envía a la 35ª plaza de la general. Día trágico para Movistar que, tras tres jornadas de protagonismo absoluto, tiene ahora a Juanjo Cobo, 24º, como mejor hombre.

Antes de que hubiera que sacar la calculadora para medir las diferencias entre favoritos, la etapa ya se había decidido. Entre Tony Martin y Simon Clarke, los dos últimos supervivientes de la fuga del día -en la que también habían estado Luis Ángel Maté, Assan Bazayev y Jesús Rosendo, y a la que intentó unirse sin éxito, rodando muchos kilómetros en solitario, Javier Aramendia-, que exprimieron su ventaja para jugársela en los últimos metros. Con ataque del alemán y contraataque resolutivo del australiano que, tras la que logró Matthew Goss en el Giro, festejaba la segunda victoria en una grande en el primer año de vida de Orica GreenEdge.

Previsible sprint

Aunque es posible que el calor siga haciendo su labor de zapa -ayer se volvieron a alcanzar los cuarenta grados-, la teoría apunta hoy a una jornada bastante más tranquila. Serán 168 kilómetros por un circuito con salida y llegada en Logroño que, previsiblemente, se resolverán con el segundo sprint de esta edición.

MAL DÍA

No fue un buen día para los vascos. Javier Aramendia recorrió muchos kilómetros en solitario en un infructuoso intento de unirse a la fuga. Igor Antón y Beñat Intxausti cedieron en la ascensión a Valdezcaray y caen a la 16ª y 35ª plazas de la clasificación general.

LIDERATO

Joaquim Rodríguez se resarció del disgusto de la víspera vistiéndose de rojo. Es el segundo maillot de líder de la temporada para el catalán, que también llevó la maglia rosa en el Giro hasta que Ryder Hesjedal se la arrebató el último día.

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