Maite SOROA | msoroa@gara.net
Olé Donostia
La confirmación del alcalde de Donostia, Juan Carlos Izagirre, de que no tiene intención de firmar nuevos contratos taurinos ha encendido todas las luces de alarma en la caverna mediática.
También otros ofrecían esa información, pero no se ponían tan tremendos. «Deia», por ejemplo, daba la noticia titulando «Donostia cierra la puerta a los toros» y matizaba que el alcalde de Donostia dijo que en estos momentos «no se contempla firmar ningún convenio con ninguna empresa taurina», y también incluía otro argumento ofrecido por Izagirre: «Una infraestructura así no se puede mantener a costa del erario público para siete corridas al año».
Sin embargo, al autor del «jugoso» reportaje que sobre este asunto ofreció «La Razón» la pasada semana, poco le faltó para decir que la economía del municipio depende de «la fiesta». Ayer ese diario titulaba en primera página «Inmoral Bildu», y subtitulaba «Condena los toros en San Sebastián pero no a ETA». Pues no, no condena a nadie, y menos a los toros, que no está muy claro qué piensan del asunto. En su editorial, titulado «Puntilla etarra a los toros», entre otras cosas dice que el programa de Bildu «hacia la separación pasa por exacerbar las diferencias y aislar a los vascos de cualquier amarra que les pueda unir al resto de los españoles». Servidora se apunta al aislamiento de cualquier amarra, y más si proviene de España.
En páginas interiores, ofrecía varias páginas bajo el epígrafe «Acoso nacionalista a la fiesta», con un titular principal con terminología taurina: «La estocada de Bildu», y posteriormente un despiece en el que describía «El desgobierno municipal de Bildu», en el que afirmaba que la formación soberanista de izquierdas «centra su gestión en reivindicaciones políticas». Y supuestamente lo «demostraba» con cifras. El primer «derroche» en «reivindicaciones políticas» es la partida «correspondiente al plan de normalización lingüística», dedicada al euskara. Las demás, de inferior cuantía, son «para traineras», la dedicada a un «vídeo de presos» (se refiere al documental «Barrura begiratzeko leihoak», a cuya subvención renunció la productora), «para cocina vasca, a través de la Fundación Sukal Leku», «para encuesta sobre la `positiva' gestión de la formación abertzale en Donostia» y «para baloncesto». En fin, al parecer, para que todo no sean «reivindicaciones políticas», debería destinar una cantidad a «La Razón».