«Yo no soy el agente de Fernando Llorente y no se de dónde salen esas declaraciones». Así, escueto, respondía a GARA vía email Carlos Arino Bajo, agente de jugadores y con domicilio en Gran Canaria, a la pregunta de si realmente él era representante de Fernando Llorente y había asegurado ayer al diario inglés ``Daily Telegraph'' que este miércoles el `9' iba a anunciar su destino y que «en Inglaterra hay dos clubes interesados en su compra: Uno es de Londres, el otro de Manchester». En su boca, tres días antes, otro diario esta vez italiano, ``Corriere dello Sport'' ponía la siguiente frase: «¿Que si Juventus es una opción? Así es, es una posibilidad».

¿Dice la verdad, miente el tal Arino? «Que no es el agente es seguro. Algo habrá dicho porque ya es raro q salga su nombre si no tiene nada que ver...», opinaba en su Twitter Chus Medina, anterior agente de Fernando, que confirma que esta persona no representa al jugador, pero tampoco descarta que pudiera ser un intermediario. Y es que hasta la fecha, en el caso del de Rincón de Soto no hay más que especulaciones e informaciones sin contrastar. La última, que la Juventus sube su oferta al Athletic hasta los 20 millones, cuando todo el mundo da por hecho que en Ibaigane no se sientan a hablar si la cifra no son los 36 de su cláusula. Es más, con un año de contrato aun pendiente, Llorente sería sancionado si anunciara su futuro destino y ese club también.

Los alemanes no lo ven claro

Y si el asunto del delantero internacional pinta mal para él, el de su compañero Javi Martínez parece que se enfría por momentos. Baste la declaración de intenciones del director deportivo del Bayern, Matthias Sammer, a la emisora privada Sky: «Solo puedo decir que todo depende de Bilbao y que nosotros solo podemos reaccionar». Y añadía: «No hay novedades. Al igual que yo habrán leído algunas cosas que debemos ahora digerir y luego ya veremos». Con cualquier otro equipo la operación hubiese estado cerrada hace tiempo. El presidente de honor del equipo bávaro, el gran K.H. Rummenigge se destapó ayer al diario `SportBild'' con una reflexión que aclara muchas cosas: «El pueblo vasco no es solamente orgulloso, sino también complicado».

El propio Kaiser declaró a la televisión del Bayern: «Se podrían resolver relativamente fácil, si el Athletic de Bilbao se mostrara un poco más cooperativo. Pero no es para nada el caso», explicó Rummenigge, quien avanzó que «estamos trabajando en ello y esperamos consumarlo hasta finales de agosto. Pero no será tan sencillo».

El problema es que más allá de que el Athletic eche mano o no de esa normativa UEFA de la que tanto se está hablando y que puede terminar sancionando a jugador y club alemán, en cuanto Javi Martínez deposite los 40 millones en la Liga de Fútbol Profesional, tiene que hacerlo con una retención del 18% (es decir 7,2 millones). Pero en mayo del año que viene, cuando tenga que hacer la declaración del IRPF, habrá que ver si la Hacienda vizcaina le hace declarar esos 40 millones y por lo tanto abonar el tipo que tenga en su Base Imponible (sobre el 42%) y reducir de ese importe los 7,2 millones que ya ha entregado como retención. El jugador tendría un problemón y un montón de dinero que pagar. Ni él quiere, ni el Bayern tampoco.

De ahí viene el problema. Si Hacienda hace ese trasvase de 40 millones del Bayern al Athletic a través del propio futbolista entiende que se trata de rendimiento de trabajo, le aplicará ese tipo máximo de gravamen de 42%. Sin embargo, hay quienes consideran que hablamos de un efecto neutro, que es como comprar un piso por un millón y venderlo por lo mismo, que no hay ganancia patrimonial- y esto es lo que parece que retrasa la operación y preocupa a los muniqueses. Al final, como asumió ayer Matthias Sammer, «el traspaso no es un hecho».