Siria tacha de «propaganda electoral» las amenazas de Barack Obama
El viceprimer ministro sirio, Qadri Jamil, tachó de «propaganda electoral» las afirmaciones de Barack Obama sobre que el uso de armas químicas podría precipitar una acción militar de EEUU, y no descartó dimisiones en el régimen si la cuestión se plantea en un eventual diálogo.
GARA | DAMASCO
En opinión del viceprimer ministro de Siria, Qadri Jamil, las declaraciones del presidente estadounidense, Barack Obama, sobre una posible intervención armada de su país si Damasco hace uso de sus armas químicas no son más que «amenazas provocadoras y propagandísticas, relacionadas con las próximas elecciones. Desde el veto de Rusia y China -en el Consejo de Seguridad de la ONU-, Occidente busca una posibilidad para la intervención militar, pero nosotros debemos decir que esa invasión es imposible».
Advirtió de que «la intervención militar crearía un precedente peligroso para su repetición en otros rincones del mundo».
Jamil subrayó que lo dicho por Obama le trae a la memoria «la historia de Irak y las armas de destrucción masiva».
Por su parte, el ministro de Reconciliación Nacional, Alí Haidar, hizo un nuevo llamamiento a los milicianos a entregar las armas e iniciar así un diálogo político. «Todo el que tenga un arma en sus manos, debe entregarla. De esta forma, la situación volverá a su estado natural y podremos resolver los problemas políticos», incidió en una rueda de prensa tras mantener consultas con el ministro de Exteriores ruso, Sergei Lavrov. «Solo después de esto existirá un terreno abonado para sentarse en la mesa de negociaciones y lograr la reconciliación nacional que tenga en cuenta los intereses de todos sin exclusiones», insistió.
Posibles dimisiones
Según manifestó Jamil, el régimen de Bashar al-Assad podría plantearse que algunos de sus miembros dimitan, si tal asunto es planteado en una eventual negociación con la oposición, aunque no citó en concreto al presidente. Pero descartó la cuestión como condición previa para el inicio de conversaciones.
El coronel del Ejército Libre Sirio Abdel Jabbar al Oqaidi aseguró a AFP que controlan «más del 60% de la ciudad de Alepo. Cada día controlamos más barrios». «Cada vez que controlamos un barrio, replican con bombardeos. El pueblo está con nosotros. ¿Cómo cree si no que hubiéramos podido aguantar durante un mes?», dijo.
Un responsable militar negó este extremo. «Es el Ejército quien progresa lentamente. Los grupos terroristas salen de vez en cuando de los barrios que controlan para hacer incursiones en otras partes de la ciudad y afirmar que controlan una calle, para volver rápidamente a sus refugios», resaltó.
Al menos cinco personas han muerto y más de 60 han resultado heridas en las últimas horas durante los enfrentamientos que se han producido en la ciudad de Trípoli, en el norte de Líbano, entre vecinos del barrio suní de Bab al-Tabbaneh y de barrio alauí -rama del chiísmo a la que pertenece Bashar al-Assad- de Jebel Mohsen, según informaron ayer a Efe fuentes policiales.
Hombres armados de ambos barrios retomaron el lunes los enfrentamientos utilizando armas de fuego y lanzagranadas RPG. Los choques continuaron de forma esporádica durante todo la jornada de ayer pese a la presencia de soldados en la ciudad.
La Agencia Nacional de Noticias (ANN) dijo que algunos habitantes estaban bloqueados en sus casas, mientras que las televisiones locales mostraban viviendas ardiendo y coches dañados.
Ante estos disturbios, se celebró una reunión entre diputados de Trípoli, personalidades políticas y religiosas, el jefe de los servicios de inteligencia del Ejército en el norte de Líbano, Amer el Hassan, y el responsable de ese cuerpo en la ciudad septentrional, Ahmed Adra. Acusaron al régimen sirio de provocar la discordia en Trípoli para desviar la atención y llamaron a un alto el fuego. GARA
La oposición siria denunció el hallazgo de unos 40 cadáveres en un sótano de Moadamiya al Sham, en la periferia de Damasco. Un activista dijo que estas personas fueron ejecutadas de forma sumaria.