CRíTICA Quincena Musical
Más flauta que txirula
Mikel CHAMIZO
La sesión de las 18:00 horas, en euskara, de «La pequeña flauta mágica» que programó la Quincena Musical en su jornada infantil se resintió de que cuatro de los seis cantantes que la protagonizaban no hablaban el idioma y declamaron sus textos de memoria. Sus diálogos tuvieron que ser recortados casi hasta el monosílabo en el caso de Pamina, a Oscurilla apenas se le entendía nada y, en general, todos andaban pisando huevos con el euskara, lo que para una producción que pone su peso en el aspecto actoral más que en el musical resultó bastante perjudicial. Afortunadamente, el maestro de ceremonias, José Manuel Medel, hablaba el idioma perfectamente y no sería exagerado decir que fue él quien salvó la función con sus numerosas gracias y un protagonismo, me temo, bastante mayor al que debe tener en la versión castellana de esta «Pequeña flauta mágica».
Una adaptación del clásico de Mozart que comienza con Medel disfrazado del compositor y explicando los rudimentos de una ópera, desde la partitura hasta los cantantes y la iluminación, en una dinámica interacción con el público al que los niños donostiarras se prestaron con gusto. Comenzó luego el cuento en sí, una radiografía de la ópera original, reducida a 8 o 9 arias que fueron cantadas con méritos justitos, cuando no algún gallo estrepitoso. Aún así los niños se rieron -sobre todo con Medel- y salieron muy contentos tras el coro improvisado con el público que éste montó como final de fiesta. Bien, a pesar de todo, pero seguro que en la versión de las 20.00 se pudo apreciar mucho mejor esta producción que, no en vano, ha permanecido 6 meses en cartel en Madrid.
Lugar: Donostia, Victoria Eugenia Antzokia.
Fecha: 21/8/2012.
Intérpretes: José Manuel Medel (Mozart y Rey Sol), Iraide Urkiaga (Oscurilla), Margarita Marban (Reina Luna), Ana Salomón (Pamina), Andoni Barañano (Tamino).