Tras cuatro décadas, Txirri, Mirri eta Txiribiton (TMT) han decretado el cese definitivo de su actividad. Un paso importante pero insuficiente, puesto que no han entregado las partituras de «Pintto, pintto», «Paristik natorren» o «Zapi zuria».

Se van sin haber conseguido ninguno de sus objetivos, ya que nadie ha logrado soportar entero un capítulo de «Trikitraka trikiton», pero el hecho de que ni siquiera hayan depositado ante una Comisión de Desarme la bocina de ese remake de Harpo Marx que es Txiribiton genera intranquilidad entre el colectivo de víctimas. No es para menos, puesto que ya existen Txirri, Mirri eta Txiribiton junior, lo que podría denominarse el TMT de Continuidad.

Quienes cuentan con cierta edad tienen muy presente el caso de la familia Aragón y sus herederos. Gaby, Fofó y Miliki comenzaron también a adquirir notoriedad en el Estado español a principios de los setenta con un «¿Cómo están ustedes?» que parecía inocente, y desde entonces fueron extendiendo sus tentáculos. A día de hoy, mientras algún veterano miembro de la estirpe continúa sacando chispas a temas como «Susanita tiene un ratón» o «Mi barba tiene tres pelos», otros torturaron nuestros tímpanos con «Te huelen los pies» o «Cuidado con Paloma que me han dicho que es de goma» antes de ocultarse entre bambalinas para presidir una cadena de televisión.

Así que no se sorprendan si dentro de unos años ven a Porrotx al frente de EiTB. Un bigote que sirve para promover una fiesta en pro del euskara, para recaudar fondos en la investigación de una enfermedad, para presentar un partido de fútbol o cualquier otro deporte o para anunciar una movilización en favor de los presos. Hay cocineros vascos con estrellas Michelín que aparecen menos en los medios, y mira que les gusta. Con eso está todo dicho. Puede que ahora se rían, pero no les hará tanta gracia cuando allá por 2030 editen un recopilatorio titulado «Maite zaitut y otros grandes éxitos» con el patrocinio de la tele del pajarito.