Dos días después de que Iosu Uribetxebarria abandonara la huelga de hambre que ha mantenido durante quince días para luchar por su libertad, su estado sigue deteriorándose irremisiblemente. De hecho, anoche se anunció que el próximo lunes se someterá a unas pruebas previas al inicio de las sesiones de radioterapia.

En casos como en el de Uribetxebarria, según Etxerat, también se recurre a la radiocirugía, pero advierte de que existiría el riesgo de provocar «una hinchazón aguda y grave», extremo que tendría consecuencias negativas en el cerebro.

Tal y como señalaba el informe médico realizado por los facultativos del Hospital Donostia, y que sirvió de base para que la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias -dependiente del Ministerio de Interior- otorgara al arrasatearra hace justo hoy una semana el tercer grado, si no se logra controlar la metástasis, puede acelerarse su desarrollo.

En el mismo documento médico se señalaba que son pocas las personas que con este tipo de tumor sobreviven más de doce meses. En concreto, solo el 10% de los pacientes.

Pese a toda esta situación, la excarcelación sigue demorándose. Ayer no hubo movimiento alguno desde la Audiencia Nacional, donde es la Fiscalía -también dependiente del Gobierno en última instancia- la que tiene bloqueado el caso.

En una comparecencia tensa por el modo en que el ministro de Interior tuvo que justificarse ante las críticas del propio entorno de la derecha española, Jorge Fernández defendió ayer la concesión del tercer grado, indicando incluso que en caso de no otorgarlo hubieran incurrido en «prevaricación».

No en la prisión

Además, como hizo el domingo el responsable de Instituciones Penitenciarias, Angel Yuste, admitió que no es posible que Uribetxebarria siga siendo atendido en prisión, como ha insi- nuado la Fiscalía, dado que «en las prisiones hay enfermerías que son como centros de atención primaria», por lo que «ese tratamiento exige estar ingresado en un hospital».

De todas formas, el ministro admitió también que resultó «muy doloroso» aplicar el tercer grado, y señaló ante las críticas que fue una decisión sometida «al imperio de la Ley. Y si no nos gusta, hay que cambiarla».

Al mismo tiempo que intenta justificarse ante los suyos, el Gobierno del PP intenta poner frente a las protestas crecientes en Euskal Herria por la situación de Uribetxebarria. Y en esta línea, ayer la Audiencia Nacional prohibió la manifestación convocada hoy en Bilbo por Herrira, así como una comida solidaria con los presos en el recinto de las txosnas. Otro tanto hizo el sábado. Herrira decidió desconvocar la marcha. Sin embargo, hay otras citas sin obstáculo legal, que se están llevando a cabo a diario desde hace ya un par de semanas. En el caso de Bilbo, la que tiene lugar ante la Subdelegación del Gobierno español en la Plaza Moyua, también hoy a las 12.00.

Lo mismo ocurre a la misma hora en la calle Olagibel de Gasteiz, en Iruñea en la Plaza de Merindades, y por supuesto en Donostia ante el Hospital durante toda la jornada, con concentraciones más nutridas a las 11.00 y 19.00 de cada día.

En estas dos últimas ciudades las reivindicaciones por la puesta en libertad de Uribetxebarria, así como de los otros trece presos enfermos se ha visto incrementada. En el caso de la capital navarra, ayer nueve personas se encerraron en la catedral con intención de permanecer en el interior durante catorce horas, una por cada preso enfermo.

En cuanto a la capital guipuzcoana, el exterior del Hospital Donostia sigue siendo foco de solidaridad y reivindicación en favor de la libertad del de Arrasate. Herrira pidió el miércoles que la sociedad tomara el testigo de la protesta después de que el preso enfermo de cáncer tuviera que dejar la huelga de hambre por la gravedad de su estado de salud, y el llamamiento ha tenido eco rápidamente: ayer había 31 personas en ayuno, mientras que un día antes eran doce.

Además, este fin de semana habrá ayunos en diferentes pueblos, ciudades y barrios para exigir una solución a este caso y a la situación global de los presos enfermos. La convocatoria se ha realizado pueblo a pueblo a lo largo de toda Euskal Herria. En la mayoría de los casos se tratará de encierros que comenzarán mañana a las 11.00 con una concentración, y concluirán a las 19.00 del domingo, del mismo modo, aunque cada localidad define su propia iniciativa.

Las peticiones por su puesta en libertad se suceden cada día. En Baiona, por ejemplo, la federación Région et Peuples Solaidaires hizo ayer pública una moción en la que además de exigir la libertad de Iosu, pidió a Madrid que «le dejen descansar en casa junto a su familia».

También multitud de localidades vascas fueron testigo ayer de la solidaridad hacia con las presas y presos vascos en general, y hacia con Uribetxebarria en particular, mediante las numerosas concentraciones que se llevaron a cabo en Ondarroa (300), Ansoain (35), Arrosadia (17), Iturrama (47), Donibane (54), Plentzia (47), Elorrio (60), Txantrea (57) y Hendaia (60. En Zaldibia, donde se concentraron 50 personas, los vecinos denunciaron que la Ertzaintza retira cada día los carteles a favor de la liberación del Arrasate. Precisamente, allí, en el pueblo de Iosu, se congregaron 125 personas, y hoy está convocada una manifestación a las 19.00.