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Pussy Riot, canciones y actos para una revolución

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Texto: Pablo CABEZA  Fotografías: Wojtek RADWANSKI, F. GARDEN, A. COWIE, G. SALIVOV Y N. KOLESNIKOVA / AFP

El 21 de febrero, cuatro miembros del colectivo Pussy Riot actúan en la catedral del Cristo Salvador de Moscú, cantando dos canciones. Según las diversas traducciones y fuentes, parece ser que fueron: «Mierda bendita» y «Virgen, echa a Putin». Tras la breve actuación, y pasadas unas semanas, terminan en la cárcel tres de las cinco personas investigadas. Finalmente, el pasado 17 de agosto se les condena a dos años de cárcel, no sin el apoyo de cientos de grupos y solistas internacionales. Historia judicial ya ofrecida por este periódico.

Leyendo algunas de las traducciones de las letras de Pussy Riot, los Sex Pistols empequeñecen, entre otras cosas porque los textos de las rusas son más contundentes, políticos y directos que los de la generación punk de los setenta y primeros ochenta, o, cuando menos, a la misma altura. Lo que le cantan a un poderoso como Vladimir Putin no es imaginable en la democracia ibérica, pero ni tan siquiera en la estadounidense o británica, por mucho que ellas mismas apunten a Angelic Upstarts, Cockney Rejects, Sham 69, Damned o The 4 Skins como grupos que les han influido, una buena gama de bandas de punk y Oi! británicas que fueron beligerante con el sistema.

Pussy Riot añaden a sus textos más política directa y un mensaje con más fondo cultural. En este punto convendría recordar que en la España del torete más casposa se persigue con diferentes presiones a numerosos grupos vascos y que ahora mismo varios cantantes de rap han sido denunciados o se han pasado por el calabozo.

Nadezhda Tolokónnikova, fundadora del grupo, aseguró recientemente que «el arte también es político. Nosotras no entendemos que un artista reflexione sobre la sociedad, pero se considere apolítico».

La hora de Pussy Riot

En entrevista a Henry Langston, de vice.com, Garadzha explica el nombre de la banda: «El órgano sexual femenino, que se supone que debe ser algo meramente receptor, de repente empieza una rebelión radical contra el orden cultural. Los sexistas tienen determinadas ideas de cómo debería comportarse la mujer, y Putin, por supuesto, también tiene un par de ideas de cómo deberían vivir los rusos. Luchar contra todo eso. Eso es Pussy Riot».

Kot (nombre también ficticio puesto que el objetivo de la banda es alejarse de las personalidades y acercar a la gente a los símbolos y la protesta pura) replica: «No deberías haber respondido a esa pregunta, Garadzha, normalmente no lo hacemos. Cuando la poli y los agentes del FSB nos interrogan y nos preguntan, `¿Qué demonios significan esas palabras inglesas de vuestra pancarta?' (Desplegamos una pancarta durante algunas de nuestras actuaciones ilegales y casi ninguno de estos idiotas habla ningún idioma extranjero), normalmente les contestamos algo así como `¡Ah!, bueno, verá usted, señor policía secreta, no es nada especial, esas palabras solo significan gatitas rebeldes'. En Rusia nunca debes decir la verdad a un policía ni a cualquier agente del régimen putinista.

El periodista también les pregunta su opinión sobre colectivos antigobierno como Voina o Femen. «Voina molan, los seguimos de cerca, nos gusta más su época de 2007-2008, cuando hacían cosas muy exageradas, actuaciones locas y simbólicas como `Fuck for the heir puppy bear', en la noche de las elecciones presidenciales de 2008. Su proyección de una calavera con láser verde en el parlamento de Rusia o cuando hicieron una actuación ceremonial donde fingían colgar homosexuales e inmigrantes ilegales como ofrenda al alcalde de Moscú, eso eran cosas poderosas».

En cuanto al movimiento Fedem ven la historia más complicada: «Por un lado explotan una retórica muy masculina y sexista en sus protestas. Los hombres quieren ver a chicas agresivas y desnudas siendo atacadas por polis. Por otro lado, su energía y su habilidad para seguir adelante es toda una inspiración. Un día están en Suecia escalando la valla del Foro Económico Mundial y al día siguiente están en Moscú atacando el cuartel general del productor de gas más grande de Rusia. E incluso después de ser torturadas y humilladas por agentes del KGB en Bielorrusia, juraron seguir luchando. La energía es muy importante en estos tiempos; a menudo les falta poder a los grupos de agitación callejera de Europa o América, pero estas chicas realmente lo tienen».

Lo han señalado en diferentes ocasiones, les va el punk británico con letras directas y mucha energía, pero también el ejemplo de Bikini Kill (muy presente) y todas las bandas del movimiento feminista Riot Grrrl. Precisamente, cuando hablan de feminismo se refieren a Bouvoir, Dvorkin, Pankhurst, Firestone y sus locas teorías reproductivas, Millett, el pensamiento nómada de Braidotti, la parodia académica de Judith Butler...

Actividad musical

Gracias a Internet se han dado a conocer seis canciones grabadas de forma artesanal, casi precaria. Ritmos punk de fondo, redobles rápidos, algún guitarra solista sucia y melodías estridentes o escasamente definidas, permitiendo que el mensaje sea más importante que la envoltura. En «Mother of God, Putin put!», según se ha pasado del ruso al inglés, se incluye una parte vocal con cierto aire eclesiástico, por lo que no extrañaría que iglesia ortodoxa y poder jugaran la misma partida en la canción. «Putin zassal» es de lo más punk y feroz de todo lo grabado. Un corte así reventaría las primeras filas de un concierto en directo. «Death of jail, feedom of prot» es otra salvaje cabalgada a lomos del punk más artesanal y sincero posible. Diferentes voces van alternando los fraseados bajo un ritmo de bajo y batería endiablado. «Kill the sexist» es la canción mejor grabada. Musicalmente es muy básica, de primer día de ensayo, pero no deja de transmitir subversión.

Antecedentes

A comienzos de 2007 se crea el movimiento artístico-anarquista Voina (guerra, en ruso). Su estructura básica la componen tres personas: el filósofo Oleg Vorótnikov, su esposa la física Natalia Sókol y Leonid Nikoláiev, apodado Lena el Tocado. El día del 82 aniversario del Che Guevara, nueve jóvenes vestidos de negro, con máscaras y armados con pintura blanca, tomaron el puente Liteini (Puente de Hierro Fundido) en el centro de San Petersburgo. Sobre el puente quedó un falo de 65 metros señalando al edificio de la Dirección del Servicio Federal de Seguridad de la ciudad. Tras la acción del falo, Nikoláiev pasó 48 horas en comisaría. Otra acción singular se produjo en la Plaza de Palacio de San Petersburgo, donde varios activistas volcaron unos cuantos coches de la policía. Los artistas de Voina querían mostrar cómo se puede sonrojar a la policía. Esta detuvo a Oleg y a Leonid, quienes finalmente pasaron en la cárcel cuatro meses por vandalismo. Después de diferentes acciones contra el Estado, Voina es nombrado (por parte de un grupo de artistas) candidato a recibir el Premio Estatal del Arte. Lo ganan, pero también lo boicotean, ya que está soportado por el ministerio de Cultura Ruso. Oleg Vorotnikov precisó: «Queremos sacudir la sociedad. No necesitamos el Estado, una forma arcaica de estructura social». Su mujer Natalia es todavía más concreta: «Queremos derrocar el régimen de Putin». Oleg fue acusado de desobediencia civil. P.C.

Tres son mayoría

Las detenidas son Maria Aliojina, de 24 años, estudiante de cuarto de año de periodismo en Moscú, tiene una historia de voluntaria y activista con Greenpeace Rusia. Desempeñó un papel activo durante el juicio: repreguntando a los testigos y cuestionando agresivamente la naturaleza de los cargos y del procedimiento.18

Yekaterina Samutsevich, 30 años, es una programadora interesada en colectivos LGTB (siglas que designan colectivamente a lesbianas, gais,1 bisexuales y personas transgénero). Es titulada en fotografía y multimedia.

Nadezhda Tolokonnikova, 22 años, es estudiante de Filosofía en la Universidad Estatal de Moscú con una historia de activismo político con el grupo de arte en la calle Voina. Está casada con Piotr Verzilov y tiene una hija de 4 años.

El marido de Tolokonnikova, Pyotr Verzilov, está orgulloso de lo que ella ha hecho. «Continuaremos con la lucha», comentó antes de conocer la sentencia. Ambos participaron en varias acciones de Voina, grupo que fundaron junto a otros artistas en 2007. «Para mí, las acciones que realizamos se encuentran en los filósofos clásicos del posmodernismo, como Jacques Derrida, mientras que para Nadezhda están más en el feminismo radical de Judith Butler», explica Verzilov. P.C.

Fama y lucha

La persecución por pensamiento es una enorme desgracia e impropio de un país culto, formado y democrático real, en Euskal Herria se sabe mucho de esto. Pablo Hasél fue detenido en Lleida el 4 de octubre de 2011 acusado de un delito de enaltecimiento del terrorismo por su canción »Democracia su puta madre». Hasél actuó hace unos días en Kulturgune de Bilbo junto con Los Chicos del Maíz, otros raperos de letras explícitas. ¿El resultado? No se podía ni andar. Esta semana el rapero Valtonyc ha pasado por comisaría con cargos de incitación a la violencia e injurias a la corona. Todos somos el uno y el otro. Y el poder, como en el caso de Pussy Riot, enaltece -sin desearlo- la lucha de los valientes. P.C.

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