La Real consiguió su primera victoria de la temporada en un encuentro en el que desplegó un caudal ofensivo tan grande, apoyado en la calidad de los jugadores que actuaron en las cinco posiciones más adelantadas, que le permitió remontar enseguida el gol del Celta en una fase inicial del segundo tiempo de desbarajuste local.

Fueron cinco minutos en los que la Real estuvo a punto de estropear un partido en el que fue claramente superior al Celta, especialmente en el primer tiempo, en el que tuvo ocasiones suficientes para sentenciarlo. Sí aprovecharon las suyas los célticos para adelantarse con un gol de Quique de Lucas a pase de un Iago Aspas que hizo lo que quiso en la segunda mitad.

Lo mejor de la Real fue su capacidad para reaccionar en ese momento crítico tras el 0-1 con el acierto de Imanol Agirretxe, que aprovechó las facilidades dadas por la defensa del Celta para demostrar que la Real tiene en él un delantero de garantías. Marcó tres goles, uno anulado por fuera de juego inexistente, envió un remate al poste en el primer tiempo y en el segundo otro que obligó a Javi Varas a realizar un paradón.

El usurbildarra puso los goles, pero el mejor jugador del partido fue Antoine Griezmann en su nueva posición de volante por el centro. Fue el que dio el pase a Agirretxe en la jugada del empate, apareció siempre donde le necesitaban sus compañeros, además trabajó sin balón y eso provocó que acabara el partido con calambres.

Pero no solo destacaron el goleador y el genio de Mâcon. Illarramendi jugó muy bien en el primer tiempo, Vela demostró que físicamente ya está para jugar como titular y Xabi Prieto reafirmó su calidad. Los cinco se impusieron a la floja defensa céltica, especialmente en un primer tiempo de claro dominio.

El gol se resistió

El gol fue lo único que le faltó a la Real en esos primeros 45 minutos. Lo marcó en un cabezazo de Agirretxe a centro de Xabi Prieto, pero fue anulado por un fuera de juego inexistente, y debió llegar además en tres remates a los palos del usurbildarra, Ansotegi -los dos en la misma jugada a la salida de un corner- y Griezmann, tras un gran pase de Carlos Vela.

Además Xabi Prieto fue empujado dentro del área cuando iba a rematar con la posición ganada. Fueron cuatro acciones claras para marcar para la Real, mientras que el Celta no tuvo ninguna y, aunque en algunas fases del primer tiempo movió el balón con criterio, solo inquietó en una jugada de Quique de Lucas que desbarató Mikel González y en un remate de Túñez a la salida de un corner.

En defensa en el primer tiempo los zagueros realistas quisieron reivindicar que no son lo vulnerables que fueron en el Camp Nou y Markel estuvo muy bien en tareas defensivas, pero todo se torció en el comienzo del segundo, en el que los realistas estuvieron de horror.

La jugada inicial en la que dos chocan y permiten a Iago Aspas realizar un disparo que obligó a Bravo a una gran parada fue la que mejor reflejó el desbarajuste blanquiazul que permitió al Celta adelantarse.

La Real reaccionó y dio la vuelta al partido en una combinación entre Prieto y Griezmann que culminó Agirretxe, y en una jugada en la que Vela peleó un balón en la línea de fondo para sacar un centro en el que el usurbildarra se adelantó a una defensa del Celta frágil.

Tampoco la de la Real trasmitió seguridad en el segundo tiempo, pero no se puede olvidar que de los cinco jugadores defensivos faltaban tres de los que en teoría deben ser titulares: Iñigo Martínez, José Ángel y Elustondo, al que recurrió Montanier en los últimos minutos para defender la ventaja.

Antes habían salido Rubén Pardo y Chory Castro para demostrar que el nivel de los jugadores realistas que van a jugar en las cinco posiciones más ofensivas es altísimo y que la competencia es enorme. Montanier va a tener mucho y bueno donde escoger y lo que habrá que esperar es que en defensa se mejore en la medida en que, especialmente, Iñigo Martínez y Elustondo superen los problemas físicos que les han impedido entrenarse con normalidad en las últimas semanas.

Claro que la forma de tener más seguridad en defensa, más que por cambiar de jugadores, llegará en la medida en que el equipo corrija su tendencia sistemática a recular en situaciones en las que algún jugador tiene que salir a interceptar al rival que tenga el balón. Con Messi en el Camp Nou se puede entender, con Tello no, pero no se puede permitir a un jugador como Iago Aspas bajar a recibir y penetrar sin que nadie le obstaculice su camino. Hay que mejorar, pero mejor hacerlo con tres puntos en el casillero.