Coincidiendo con el escándalo de los menores desaparecidos en Cordoba, la Jefatura Superior de Policía de Canarias solicitó ayer que se haga un nuevo análisis a los restos óseos que se hallaron el 19 de marzo de 2010 en un pozo de Jinámar (Gran Canaria) mientras se buscaba a la joven Sara Morales y que, en su momento, se atribuyó a pequeñas aves.

En su día, se investigó si esos huesos podían guardar alguna relación con la desaparición de esa joven en Las Palmas de Gran Canaria o con la del niño Yéremi Vargas, en Vecindario, pero al descartarse su origen humano no se siguió con ello.

El sindicato de la Policía defendió que, visto el erro cometido en Cordoba, sería conveniente revisar los restos óseos encontrados en Jinámar.