Rodolfo Ares, consejero de Interior de Gasteiz, manifiesta que aunque de legalmente no sería incompatible mantenerse en el cargo y coordinar la campaña electoral, cree que «desde el punto de vista ético y político no se puede compatibilizar ambas tareas». A buenas horas se acuerda del punto de vista ético y político el consejero que deja sin resolver, y habiendo demostrado su intención de no hacerlo, la muerte de Iñigo Cabacas.