«Lo mejor de todo es que damos motivos a los pequeños bilbainos de querer ser del Athletic en vez de otros equipos...». Javi Martínez en su Twitter personal, el 27 de abril, el día después de la remontada ante el Sporting de Portugal, que clasificaba al Ahletic a la final de Bucarest.

Le preguntaban en cierta ocasión al navarro en una entrevista tipo test sobre qué le ponía de los nervios y él contestaba que le hagan esperar. Y ni el jugador navarro ni su nuevo club, con el que hoy será presentado, han querido esperar más.

Con nocturnidad -terminó de pasar consulta médica en una clínica alemana a las 3.42 de la madrugada de ayer, donde fue grabado ocultándose tras un paraguas- y por lo que parece con alevosía -tras terminar de entrenar en Lezama por la tarde, viajó sin permiso del Athletic a Munich en un avión privado desde Loiu-, el de Aiegi y el Bayern precipitaron ayer la marcha del futbolista, depositando a primera hora de la tarde un cheque por valor de 40 millones de euros en la sede madrileña de la Liga de Fútbol Profesional.

Quedaba así desvinculado del club de Ibaigane, sin negociación de por medio, sin traspaso, una rescisión en toda regla donde las formas por parte del protagonista no parecen haber sido las más correctas para el club en el que ha estado seis años y para una afición que le ha idolatrado.

Era la marcha menos dolorosa sentimental y deportivamente para el club bilbaino. Marcelo Bielsa se limitó a decir ayer que «el Athletic pierde el aporte de un jugador superlativo». Hasta ahora había sido Fernando Llorente el blanco de las críticas y hasta insultos. Pero la manera en la que Javi Martínez se va del club que le fichó cuando era un juvenil, no va a favorecer la amistosa salida que pudiera pretender el navarro.

Cerca de la medianoche del martes, desde Alemania se avanzaba la noticia de que el fichaje de Javi Martínez se haría efectivo este miércoles. Poco después, el diario ``Bild'' anunciaba la presencia del jugador en Munich y el canal televisivo Sky le `cazaba' a la entrada de una clínica muniquesa ligada al Bayern, a donde acudía a pasar un reconocimiento médico.

El Bayern y no Javi hizo el pago

Tratando de ocultarse de las cámaras tras un paraguas negro, como si de un encausado judicial o un famoso del corazón se tratara, el futbolista no podía evitar que la noticia saltara hasta Bilbo y, lo más sorprendente, el propio Club se enterara de su presencia en Alemania. De madrugada concluyó el estudio sobre su estado físico y de salud, pernoctó en un hotel y voló de nuevo hacia Madrid.

Acompañado de sus representantes y de enviados del Bayern -entre ellos, un reputado jurista alemán-, se personaron todos ellos a primera hora de la tarde en la sede de la LFP, donde pasadas las cuatro y media de la tarde se informó de que el cheque había sido depositado. El propio Athletic confirmó en su nota de las 21.00 que fue el Bayern y no Javi quien hizo el pago, aunque matiza que «en nombre del jugador». De haberlo hecho él, debería haber hecho frente al gravoso IRPF, que hubiera elevado el coste a los 57 millones. Al hacerlo el propio club, cosa que sí permite la LFP, que no especifica en su articulado que tenga que ser el jugador, parece suponer que no hay pago añadido.

Dinero entregado y contrato firmado, porque el navarro rubricó también su alianza con el Bayern nada más depositar la cláusula, como luego retrató una fotografía donde el protagonista aparecía muy sonriente en el momento de desvincularse del Athletic.

Javi Martínez será presentado oficialmente hoy en Munich y hasta podría ser convocado este sábado por Jupp Heynckes para el debut del equipo en el Allianz Arena; otra cosa es si se despedirá de la afición con una rueda de prensa en Bilbo o, quién sabe, si lo hará a través del impersonal y tan de moda Twitter.

Sobre las 17.20, el Bayern comunicaba oficialmente el fichaje del navarro, que lucirá el `8' del mítico Paul Breitner a la espalda. «Sin duda ha sido un traspaso complicado», aclaró el presidente de la Junta Directiva, Karl Heinz Rummenigge, quien añadió que «estamos más contentos porque esté con nosotros. Que es un muy buen jugador se sabe ya. Que tiene una personalidad fuerte, capacidad para imponerse y que está ya desde hoy muy unido al Bayern, lo ha venido demostrando de manera impactante en los últimos días».

El interés saltó en mayo

Poco después, la web del club germano colgaba las primeras declaraciones de Javi hechas durante su viaje relámpago a Munich, llegando a bautizarle como el `Kaiser de Ayegui', aunque también citaban que «Javi Martínez, después de Bixente Lizarazu, es el segundo vasco y el primer español en fichar con el Bayern». Sonriente y feliz, hablaba en inglés sobre sus impresiones. «Aquí hay muchos jugadores que juegan al fútbol fantástico. Esto es una gran motivación para mí. Y por supuesto que quiero ganar títulos aquí», declaró entusiasmado.

«Es como Navidad: tienes que esperar, pero una vez que llega sabes que es Navidad», definió los avatares de su fichaje Rummenigge. La de ayer fue la confirmación a un interés que `destapó' Nika Cuenca en el diario ``As'' el 22 de junio, cuando informó que ``Javi Martínez tiene un acuerdo con el Bayern''. Pero ya un mes antes, el 20 de mayo, el diario alemán ``Kicker'' revelaba que el navarro era el jugador por el que los bávaros habían apostado para esta campaña.

Desde entonces, y con ese más que probable acuerdo con los alemanes atado, el futbolista no ha hecho sino marear la perdiz, Eurocopa de por medio, no poniendo freno a las especulaciones. El 15 de agosto, ``Bild'' daba por hecho el fichaje y desde entonces los acontecimientos se han precipitado, siempre bajo el mutismo cómplice del de Aiegi, que tras dejar ayer la clínica en la que pasó reconocimiento, pronunció ante algún periodista presente un escueto «todo bien». Y para no estar bien.

Los 40 millones que paga el Bayern suponen el fichaje más caro en la historia de una Bundesliga que cumple 50 años. En el mercado, un jugador de sus características tendría un precio en torno a los 25 millones de euros. El propio Javi, en febrero de este mismo año, comentaba sobre su `caché': «No creo que haya nadie que quiera pagar tanto dinero por mí. Lo veo demasiado dinero para mí. No creo que valga valga 40 millones». Pero al final, como le daba la bienvenida la tv del Bayern, «ongi etorri, herzlich willkommen, Javier!». Aterrizó a las 19.58 en Munich. Auf Wiedersehen.