Josu Esparza y Gorka Zabala dejan la prisión tras abonar las fianzas
Josu Esparza y Gorka Zabala abandonaron ayer la prisión de Soto del Real después de que el juez decretase su libertad provisional tras abonar sendas fianzas de 50.000 y 10.000 euros. El primero fue arrestado en diciembre en Baiona, dos días después de participar en una marcha contra su extradición. Residía en Ipar Euskal Heria, donde se refugió después de una operación policial en la que fueron arrestados otros once ciudadanos vascos, entre ellos, Zabala.
Alberto PRADILLA | IRUÑEA
Los expresos políticos vascos Josu Esparza y Gorka Zabala abandonaron ayer la prisión de Soto del Real, en Madrid, tras abonar sendas fianzas de 50.000 y 10.000 euros. Los represaliados han permanecido dispersados durante un año, en el caso del primero y 18 meses en el del segundo.
Se trata de los dos últimos ciudadanos vascos que permanecían en la cárcel después de la oleada de arrestos lanzada en 2010 y 2011 contra organizaciones políticas independentistas. Ahora, todos ellos se encuentran en libertad provisional a la espera de que la Audiencia Nacional española decida si celebra un juicio contra ellos y cuándo tendrá lugar.
Denuncia de torturas
Gorka Zabala, vecino de Zizur, fue arrestado por la Guardia Civil el 18 de enero de 2011. Aquella jornada, el instituto armado y la policía española lanzaron una doble operación en Nafarroa (con un arresto también en Araba) que terminó con una decena de detenidos.
La redada se llevó a cabo una semana después de que ETA decretase un alto el fuego «permanente y general». Sin embargo, varios de los detenidos, entre ellos el propio Zabala, denunciaron haber sido torturados por los agentes en las dependencias de la Guardia Civil.
Tras esta operación, Josu Esparza, vecino del barrio iruindarra de la Txantrea, se vio obligado a refugiarse en Ipar Euskal Herria. En septiembre de 2011 fue detenido por la Policía francesa y presentado ante el juez, que lo dejó en libertad a la espera de examinar la euroorden cursada por Madrid.
Las muestras de solidaridad hacia Esparza fueron continuas. Pese a ello, el magistrado avaló su entrega a las autoridades españolas. Después de que el juez no aceptase el recurso presentado por el vecino de Iruñea, este dejó de comparecer ante la sala, aunque reapareció en una manifestación celebrada en diciembre en Baiona. Dos días después fue detenido.
Zabala fue arrestado en una operación que la Guardia Civil quiso vincular con ETA a través de Ekin. Esparza se vio obligado a refugiarse hasta que un juez francés aceptó la euroorden y fue extraditado desde Ipar Euskal Herria.