GARA > Idatzia > Iritzia> De reojo

Raimundo Fitero

Coetáneos

 

Debe ser fruto de un prejuicio o una desajuste biográfico, pero algunos tenemos muchas dificultades para entrar de manera limpia y abierta a las series en las que se narran tramos de la historia, con personajes conocidos, de los que hemos sido contemporáneos suyos, y que conocemos con mayor o menos intensidad por las razones que sean. Tele 5 está emitiendo «Los Kennedy» una serie de buena factura, muy bien ambientada, con unos guiones bastante solventes y un reparto adecuado, pero nunca acabamos de creernos muchas de las escenas porque las hemos vivido a distancia, pero de manera simultánea a cuando acaecieron, y en este caso en concreto porque son décadas de acumulación de especulaciones, resolución de conspiraciones que se van enredando sobre sus propias investigaciones, por lo que se deben entender como una hipótesis sobre la que se ha montado toda la serie.

Lo cierto es que si bien los Kennedy son personalidades a las que hemos visto de manera casi constante en nuestras pantallas, grandes, medianas, pequeñas o minúsculas, su corporalidad en otros actores, tiene un pase, se puede uno abrigar en la convención y aceptarlo, pero cuando es Marylin Monroe la que aparece, como personaje histórico, la cosa se recarga de simbolismos, de aditivos intoxicadores acumulados a lo largo de tantas imitaciones, homenajes, panegíricos que se han realizado desde su muerte, y porque, la verdad, sigue siendo un misterio demasiado ficcionado. Para entendernos, su biografía oficial u oficializada, parece muy imaginativa. Todo lo anterior no desmerece en absoluto ni a los actores de la serie, que están muy bien en su conjunto, ni al director artístico, ni a la hipótesis de los guionistas, y si a algunos, por ser coetáneos de los hechos, no acaba de engancharnos, existen ingentes números de posibles televidentes que desconozcan lo narrado, los detalles y sus repercusiones, y lo tomen o como una ficción del extendido género presidente de los EE.UU. mezclado con asuntos de faldas, o como una lección de una parte de la historia del siglo XX. Probablemente se le están buscando más valores que los evidentes como una serie televisiva muy bien hecha. Lo que no es poco.