Cristi Puiu es el máximo exponente de la nueva ola del cine rumano, junto a Cristian Mungiu. Si en su anterior realización tragicómica asumía el punto de vista de la víctima, un anciano enfermo peregrinando de hospital en hospital sin ser atendido en ninguno, en «Aurora» se pasa al lado del que mata, hasta el punto de que interpreta al asesino protagonista.

Desapasionada y distanciadamente, con leves apuntes irónicos centrados en la caricatura policial, sigue los pasos de un hombre desesperado que comete sus crimenes de forma rutinaria. La película podría parecerse a «Las horas del día» de Jaime Rosales, salvo porque se apunta a las causas que provocan sus actos. Está divorciado y ha perdido la custodia de sus dos hijas, llevándose a la fuerza a una de ellas a casa de la abuela mientras ejecuta su venganza.