No había mejor remedio ayer para olvidarse de la subida del IVA que gastarse cuatro euros en la Plaza de la Constitución de Donostia: a cambio, un vaso y diez tickets para probar la sidra de hasta 37 productores diferentes. Y para hacer masa, por otros 2,5 euros bocadillos pequeños (o pinchos grandes según el «saque» de cada uno) de chorizo a la sidra o de tortilla de bacalao. ¿Quién dijo crisis?

La «Consti» volvió a convertirse en un sagardotegi gigante en la XXVII edición del Sagardo Eguna. Pero esta vez la fiesta no solo estaba en el centro. Dos carros tirados cada uno por una pareja de apacibles bueyes, se encargaron de transportar el primer mosto hasta el centro desde la explanada de Sagues y la calle Loiola, acompañados de los sones de la trikitixa. Así que la cita se convirtió además en un perfecto antídoto contra el inevitable muermo de este principio del final de verano. Y todo ello con una temperatura perfecta para la fiesta: 20 grados al mediodía, algunos más en la abarrotada Plaza

En los porches, hasta 37 productores diferentes agrupados en Gipuzkoako Sagardogileen Elkartea. Su presidenta, Arantxa Eguzkiza, explicaba a la concurrencia que ella ya había probado este primer mosto del año, ese que pueden degustar hasta los más pequeños por su nula graduación, «y está excelente».

A mediodía, con los dos carros ya en la Plaza, espectáculo ancestral para que los turistas se hartaran de tirar fotos, los donostiarras veteranos recuperaran sensaciones de antaño y los más jóvenes se quedaran con los ojos como platos. A ritmo de txalaparta, miembros de Hernaniko Txalaparta Eskola, con Juan Mari Beltrán a la cabeza, utilizaron sus mazas para machacar las manzanas. Las puxkas saltaban casi hasta diez metros. Luego las que salpicaron a los curiosos fueron las txinpartas que salían del vaso en que cada productor escanció su propia sidra. La kirikoketa dio paso de nuevo a la trikitixa, y a requerimiento de la organización toda la plaza levantó su sagardo al aire para que el momento quedara inmortalizado. Y siguió la fiesta.

La sidra homenajea al bertso

No se perdió detalle Juan Karlos Izagirre, alcalde de Donostia y bertsozale amorratua. Con doble motivo de satisfacción, porque precisamente este Sagardo Eguna homenajeó a Bertsolazale Elkartea, con Iñaki Murua e Imanol Lazkano como depositarios y los txapeldunes Andoni Egaña y Sebastian Lizaso como encargados de cantar las glorias del jugo de la manzana.

Eguzkiza se encargó de explicar que el homenaje era muy natural, «porque la sidra y el bertso van unidos de siempre. Ahora hay bertso eskolak, pero antes eran los sagardotegis».