El llamado «Grupo Internacional de Supervisión de Kosovo» (GIS), al que pertenecen 25 países occidentales, se reúne hoy en Pristina para poner fin a la independencia tutelada de esa exprovincia serbia.

Kosovo alcanza así su plena soberanía cuatro años y medio después de declarar su independencia en febrero de 2008 en contra de la voluntad de Belgrado. La independencia ha sido reconocida por 90 países, entre ellos la mayoría de los socios de la UE. El GIS había establecido entonces una oficina, dirigida por el diplomático holandés Pieter Feith, cuyo objetivo era supervisar la implementación del plan de paz del emisario internacional Martti Ahtisaari.

Ese plan, rechazado por Serbia en las negociaciones que duraron varios meses antes de la declaración unilateral de la independencia kosovar, preveía una soberanía tutelada. Durante sus cuatro años en el cargo, Feith tenía poderes para despedir a cualquier funcionario kosovar y rechazar cualquier ley, lo que sin embargo nunca hizo. Para poder cerrar la oficina del GIS, el Parlamento kosovar adoptó el pasado viernes una serie de enmiendas constitucionales, tal y como estaba previsto.

Aun así, el presidente de Kosovo, Atifete Jahjaga pidió la semana pasada a la Unión Europea que prolongue dos años más, hasta junio de 2014, la misión de policía y justicia (Eulex) sobre el territorio para «reforzar el estado de derecho».

Los principales diplomáticos involucrados en las negociaciones sobre el estatus político de Kosovo, como Ahtisaari, además de los exenviados de la UE y de EEUU, Wolfgang Ischinger, y Frank Wisner, respectivamente, han sido invitados a Pristina para presenciar este «histórico día» como lo llama el Gobierno kosovar.