«No es bueno para mí -sonreía Sisi-, pero sí para el equipo». Que, a fin de cuentas, es de lo que se trata. El jugador albaceteño tendrá más complicada la titularidad frente al Mallorca, una vez que Emiliano Armenteros y Masoud Shojaei se encuentran en perfectas condiciones. Se vacía la enfermería, crece la competencia, se beneficia Osasuna.

Y es que no solo los jugadores se exigirán más en su pelea por un puesto, sino que José Luis Mendilibar dispondrá de más alternativas a la hora de plantear el choque. Dos con las que hasta ahora no ha podido contar. O más concretamente, en el caso de Masoud, no le han dado todavía la suficiente confianza. Hace semanas que el persa recibió el alta médica, incluso tuvo minutos en pretemporada, pero la competición oficial no es equivalente a los amistosos y el técnico, de momento, ni siquiera le ha incluído en las tres primeras convocatorias.

Situación que puede cambiar este fin de semana. Que Masoud disputara al completo el encuentro que enfrentó a su selección con Líbano, demuestra que se encuentra en condiciones. Que regresara a Iruñea anteayer por la noche y se reincorporara ayer mismo a los entrenamientos -un día antes de lo previsto- confirma que, además, está con muchísimas ganas. Cosa que no es de extrañar, teniendo en cuenta que lleva más de 17 meses sin disputar un encuentro oficial con Osasuna. Desde que se fracturara el quinto metatarsiano del pie izquierdo el tres de abril de 2011, en el partido frente al Atlético de Madrid -una lesión que no parecía implicar más de tres meses de baja-, el iraní ha padecido un auténtico calvario, con repetidas operaciones, interminables meses de gimnasio y, como confesaba el propio Masoud, muchas lágrimas derramadas. Volver a entrenar con sus compañeros iluminó el fondo del túnel, disputar su primer amistoso le permitió asomarse a la salida y quién sabe si frente al Mallorca puede abandonarlo definitivamente.

Bastante menos penosa ha sido la trayectoria de Emiliano Armenteros, pero lo cierto es que el argentino todavía no ha podido firmar su debut oficial con Osasuna. Una inoportuna lumbalgia le dejó fuera de juego en vísperas de viajar a Riazor y todavía no ha podido siquiera entrar en una convocatoria. Pero su nombre no aparece ya en el parte de bajas y, lo que es más importante, en el amistoso de la semana pasada frente a la Real, demostró que no solo está recuperado, sino que puede aportar muchísimo al equipo. Tanto, que muchos le sitúan en el once titular frente al Mallorca.

Confianza

«Malo para mí, pero bueno para el equipo», asumía Sisi, que también reconocía preferirlo así. «Es mejor tener más posibilidades. Tenemos un abanico muy amplio y seguro que el míster saca ventaja de ello», subraya el centrocampista, que lo tiene claro: «Espero jugar y estar bien, pero sobre todo, espero que el equipo sume, que gane juegue quien juegue. Seguro que si gana, todos ganaremos en confianza y creceremos también individualmente».

Y es que la situación no es crítica, pero tampoco agradable. Celebrar la primera victoria se impone. «Si no ganamos no va a ser el fin del mundo, pero es importante que lo consigamos», admite Sisi, que ve al equipo enrabietado tras dos semanas que «se han hecho duras». Pero en las que el equipo parece haber canalizado la mala leche en motivación. «Veo cómo entrenamos, las ganas de los compañeros... Se nota que es importante y que estamos convencidos de que lo vamos a lograr».

Osasuna lo intentará con la «referencia» de los dos primeros encuentros de Liga y solucionando los errores del «horrendo» partido ante el Celta. Pero, sobre todo, demostrando que quiere esos tres puntos. «Que pongamos nosotros el ritmo, que sea desde el principio, que intentemos encerrarlos en su área, les presionemos, rematemos... Que seamos un equipo que quiere ganar y que lo demostremos desde el primer minuto», deseó.