«Pecados» se presentó en la pasada Mostra de Valencia
M.I. | DONOSTIA
El argentino Diego Yaker había abordado en su ópera prima del 2005 «Como mariposas en la luz» el problema de la inmigración, y su segundo largometraje cambia completamente de registro con una historia sobre la represión en el medio rural. Se presentó en la Mostra de Valencia con una mala acogida de crítica, a pesar de su compensado reparto en el que junto a los argentinos Mariano Reynaga y Pepe Soriano, la uruguaya Henny Trayles, o las catalanas Cristina Brondo y Diana Gómez, está el leonés Carmelo Gómez. La producción recurrió al sistema crowdfunding y, para abaratar costes, se rodó en digital, con una fotografía sobreexpuesta para hacer el ambiente más desértico. Yaker quería conseguir una imagen de spaghetti-western a lo Sergio Leone, motivo por el que incluyó un duelo final entre nieto y abuelo.
Las diferencias generacionales marcan el seguimiento de la tradición del melodrama folletinesco típicamente latinoamericano.