Gloria LATASA gloriameteo@hotmail.com
Lo esencial
Los accidentes en el monte, inevitables en algunos casos, tienen en ocasiones mucho que ver con nuestro propio comportamiento
Será por el calor pasado o por manías personales pero el paréntesis veraniego no me ha mermado la sed de consultar el diccionario. Así que echo mano del de la RAE y veo que define un accidente como un «suceso eventual que altera el orden regular de las cosas».
Viene a cuento de un reciente estudio sobre los accidentes en montaña que atribuye al senderismo y a la progresión por terreno abrupto el mayor número de siniestros. Las causas, al parecer, están relacionadas con el nivel físico, la sobreestimación de las posibi- lidades, la falta de planificación y, en menor medida, con el equipamiento.
En la progresión por terrenos abruptos no hay más que echar un vistazo a las bajas alpinas de este verano entre los montañeros más experimentados para ver que los fallos pasan más por sobreestimar las posibilidades, por infravalorar la envergadura de los empeoramientos de tiempo, por algún que otro fallo en las previsiones....
Los accidentes en el monte, inevitables en algunos casos, tienen en ocasiones mucho que ver con nuestro propio comportamiento. Lo queramos o no, la montaña se parece mucho a un escenario de teatro en el que el decorado puede cambiar de un momento a otro y puede colocarnos de repente en una situación que no seamos capaces de manejar.
Una buena opción será consultar, siempre, las previsiones meteorológicas. Sin embargo, no va a ser suficiente. Porque puede producirse un cambio de tiempo inesperado y porque, además, cada montaña tiene sus particularidades. Por eso, aprender el lenguaje del cielo y la «intimidad de los fenómenos meteorológicos locales» nos puede sacar de más de un apuro. Un paso hacia lo esencial que podríamos dar alimentando aquella vieja sed infantil de conocer todos los «porqué».